Su vida se dejaba perder
Entre mis viejas manos
Mientras al verla caer
Fuimos juntos recordando
Cada momento pasaba
Como flases de un instante
Aquellos primeros besos
Aquella mirada de antes
Ojos infinitos
Mirando la locura
Yo perdido entre tanto
Entre tanta amargura
En mil y una noches,
Te seguiré amando
Como si fuera el ayer
En mi cuerpo clavado
Sus gritos, no pudieron ser
No era cierto lo que veía
El silencio se oía quieto
Mientras mis dedos enrojecían
Mi alma se perdía
Entre su cuerpo
Tan Liviano quedo
En mi mano de viejo
Ella me lo suplico
Ella me lo imploro
Y yo por hacerla caso
En su cuello el aire cerro
Después de mil medicamentos
Después de mil agonías
Después de que se rompieran
En mil pedazos como espinas
La pena en ella hondó
Como fría arma de hielo
Inaguantable a sus ojos
Irremediable al dolor
Con la pena que lleva el alma
Con perdón y compasión
Me pidió que acabara
Una vida sin razón
Ante aquella desesperación
Un buen día mi mano
Se ciño a su frágil caparazón
Mis ojos miraron a los suyos
Por fin una sonrisa
En sus fríos labios
La dulce muerte dibujo
Estrangulando a mi amor
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