28 febrero, 2013

PEQUEÑA HISTORIA ANTICAPITALISTA



 Por fin vino Dios al Mundo, el cual hace tiempo llevaba olvidado.
 los que me conocen seguramente se estarán sonriendo, pero sino de qué manera se puede explicar lo sucedido las últimas semanas, hechos y desgracias según se miren y según a las personas que les fue sucediendo.
  Todo empezó el día que un autobusero se divorcio, las neuronas se le revinieron y poco a poco se fue encerrando en sí mismo y dejando el mundo exterior, tanto se refugió en si mismo que empezó a tener alucinaciones, y en una de ellas, después de una sonrisa diabólica encontró la solución.
-      Eureka, por fin tengo la fórmula mágica.
  Este autobusero, os preguntareis que formula habría encontrado, pues nada más ni nada menos que la formula que originariamente trajo su tatarabuelo de las indias precolombinas, más o menos cuando empezó a aparecer el dinero de papel sobre la faz de la Tierra.
  Su tatarabuelo, también había encontrado la fórmula mágica, un terrible virus que era agresivo con la manipulación del dinero, convirtiendo a las personas que lo tocaban en pequeños cochinillos de indias, este virus mutante empezaba atacando las narices de las personas, y poco a poco iban transformándolas según estos manipulaban mas y mas dinero.
  Nuestro autobusero, se frotaba las manos y se reía una y otra vez, mientras pensaba en la cantidad de cerdos que iban a ver por el Mundo.
  Impregno el primer billete con su fórmula mágica y con unos guantes lo junto a otros los cuales iba a pasar en mano a su afortunada ex esposa, que tanto y tanto le gustaba el dinero.
  El billete entro en circulación y aunque la gente no se iba dando cuenta, poco a poco se produjo una gran pandemia en todo el mundo, afectando claro esta a los que más tenían.
  La violencia de este virus, se fue propagando de billete a billete y de persona a persona, hubo gente que se iba dando cuenta de que las personas que les rodeaban, iban cambiando de la noche al día y claro esta los que más billetes tenían se transformaron irremediablemente, pues su avaricia era tal que no podían dejar  en ningún momento de tocar y masajear sus queridos billetes.
  Cuando las autoridades pertinentes se dieron cuenta de la situación ya fue demasiado tarde y hoy en día, hay multitud de cerdos por la calle, mientras los que no tenemos ni un duro los guardamos en la granja y cuando necesitamos comer comemos ( claro esta carne de cerdo ), a partir de entonces la moneda dejo de funcionar y volvió el truque de toda la vida.
 A nuestro autobusero le hicieron una estatua y cada dia les damos las gracias por su formula mágica.

  Por eso dije que afortunadamente vino Dios y se llevo lo que más odio en el mundo y tanto deshumaniza esta sociedad, el dinero.

  JOSE PEDRO PORRAS a 28 de febrero de 2013

MEDIOCRES Y JILIPOLLAS



FORGÉS  - Mayo 2012  
El triunfo de los mediocres

    Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
 Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes o una huelga general. Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.
 Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años.
 Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.
 Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan.
 Porque son de los nuestros.
 Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas.
 Sus excepciones, casi siempre reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.
  Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
 Es mediocre un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
 Un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad, y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
 Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

JOSE PEDRO está totalmente de acuerdo.

LA PRIMERA EN LA FRENTE



Os voy a transmitir un mensaje de un Colaborador como siempre anónimo, para que sepamos de primera mano las dificultades por las que están pasando también la clase empresarial de este país llamado España, gobernado por un gobierno  el cual hunde toda posibilidad de salir a flote y destruye toda probabilidad de seguir adelante, poniendo cada vez más impuestos y jodiendo tanto la pequeña economía de nuestros hogares como la de este luchador incansable:
  Un abrazo, muy fuerte para él y para todos los que día a día se levantan para poder seguir con sus familias a delante.

   Hola José Pedro, hoy no he podido hablar un rato contigo, pues todo se está hiendo por la borda, no sé qué hacer con mi vida y las pocas ganas de luchar se están viniendo abajo, resulta que un grupo para el cual trabajo *****, uno de mis mejores clientes me ha devuelto sin motivo ninguno la cantidad de 18.000 euros, y todavía tengo mucho material de ellos almacenado y por entregar, piezas ya preparadas para Salir y ahora no las quiere, de esta no salgo, me voy a ir a ver al jefe el cual sigue teniendo guardaespaldas y chofer a ver qué me dice, me dan unas ganas de liarme a hostias con él, pero me calmare, a ver qué me dice si va a pagar algo o no,.
 A mis padres les llego un embargo de 60.000 euros y ahora uno de 15.000 euros, me da tanta lastima, por lo tanto que han luchado por mí.
  Han puesto todo lo que tienen en el negocio, pero esto no tira. Ellos me preguntan cuándo hacienda les va a dejar de embargar y yo no sé ni que contarles, ya sabes que mi padre está mal del corazón.
  Esta mañana hemos ido a firmar mi hermano y yo al notario, pues afortunadamente me han aplazado el pago de 40.000 euros, aunque ahora nos hemos metido en una letra de 2.900 euros al mes, no sé ni de dónde voy a sacar ese dinero, pues no hay nada de trabajo, mi hermano no se queja, pero su mujer no hace más que regañarle pues no tienen ni para el colegio del niño.

Comentario:
En estos momentos tan difíciles de la vida, simplemente puedo mandarle un abrazo muy fuerte en este sitio y hacernos eco todos de ello.
   JOSE PEDRO PORRAS

27 febrero, 2013

EN SILENCIO



  Como últimamente las cosas que me rodean no las puedo contar como me da la gana, a algunos les molesta, a otros les parece poco ético, a otros les puede sentar mal lo que escribo y a otros sencillamente me prohíbe escribir de lo que siento, asi que aparte de seguir con este blog, el cual me lo estoy pasando fenomenal, voy a empezar a escribir en otro sitio, donde lo que sienta pueda decirlo como me plazca y no se pierdan mis sentidos y lo que por dentro me pasa.
  Que mis niños sean conscientes de mi cambio y de la evolución en libertad de su padre.
https://www.youtube.com/watch?v=yCuHdztgsm4

NO PODEMOS DEJARLO



LEER .......ANTES DE VER EL VIDEO!
Justiniano  recibía  constantemente facturas de agua muy elevadas.
Sabia, sin lugar a duda, que éstas no reflejaban su consumo y que, a
pesar de las medidas que tomaban para ahorrar agua, no bajaban sus
facturas.
Aun sabiendo que no había ningún problema, un especialista les
controló toda la instalación para detectar una posible fuga. Lo controló
todo:
contador de agua, tuberías, baños, lavadora, grifos, etc. Todo,
absolutamente todo fue controlado y no se detectó ningún problema.
Un día Justiniano  se puso enfermo y se quedó tranquilamente en casa. Oía
permanentemente un ruido de agua procedente de la planta baja. Decidió
entonces investigar el origen de este ruido y por fin descubrió la
causa de su problema.
Lo que vio le dejó totalmente atónito e imaginándose que pocas
personas lo iban a creer, cogió su videocámara y grabó el 'problema'
para la posteridad.
Aunque luego descubrimos este
ya nos íbamos a estudiar, pero no era suficiente
¡ Ya está bien, Héctor, pero la juerga continuaba
 pero el final fue el más interesante.


NOS VAMOS HA REIR



Una gallega le dice al marido:

- Fíjate, Paquiño, que tengo un mes de atraso. Creo que vamos a tener
un rapaziño.
El médico me dijo que mañana me dirá el resultado de los análisis y
ya entonces lo sabremos con toda seguridad.
En eso suena el teléfono. Es una llamada de la oficina de cobros de
Unión Fenosa, de A Coruña.
La mujer contesta, y le dicen:
- "Somos de Unión Fenosa de A Coruña y queremos comunicarle que en
nuestros archivos aparece que usted tiene un mes de atraso".
La señora se sorprende y pregunta:
- ¿Pero cómo pueden saberlo?
- Señora: "Porque nuestros ordenadores llevan el registro de todos los atrasos".
La pobre mujer, palideciendo, le pasa el teléfono al marido y le dice:
- Oye Paquiño, son los de una oficina de Unión FENOSA y... ¡ya saben
El marido, extrañado, se pone al teléfono y les pregunta:
- ¿Es verdad que saben lo del mes de atraso?
Chiste de los efectos colaterales de los recortes
- "En efecto - le responden - y le estamos avisando que deben realizar
inmediatamente el pago correspondiente al atraso."
- ¿Un pago? ¿De veras?
El tío se pone a pensar:
Coño esto es por los recortes en la Sanidad, el 1 € por receta, los 5
€ de la ambulancia. Ahora a también cobran los análisis.
¡Joder...! ¿Y qué pasa si no quiero pagar?

- "Pues entonces personal nuestro tendría que ir para su casa y se la
tendríamos que cortar."
- ¡Coño! ¿Tan así? Y en ese caso, ¿qué podría hacer mi esposa?
- "Pues realmente no sé. ¡Pienso que probablemente tendría que
arreglárselas con una vela!".

                                          Y para terminar una de risa cortita

                          https://www.youtube.com/watch?v=A4QXhUFpmLI

26 febrero, 2013

UNA EQUIVOCACION GRACIOSA




 Pequeña anécdota:

Esta mañana como siempre Héctor se estaba haciendo el remolón y no avanzaba en sus tareas diarias.
 Resulta que los niños y yo hemos hecho un semillero para luego plantar en la huerta, con la graciosa ocurrencia por parte mía en echar todas las semillas, al principio todo iba muy bien, pero después de dos semanas nos hemos visto inundado de pequeñas plantitas que salen todas juntas a mogollón.
 Hemos traído unos tiestos muy pequeños que guardaba yo de la anterior cosecha para entresacar esa multitud de plantitas y por lo menos que los niños vean algo ( acabare comprándolas como siempre ).
  Pues bien, como os iba contando para incitar a Héctor a darse más prisa le he dicho que si corría y no se hacia el remolón, podíamos hacerlo hoy en los cuencos. Hasta ahí todo bien.
  Pues de repente escucho unos ruidos en el servicio del niño arrastrando algo.
-      Héctor, estate quieto que es muy temprano.
-      Ya esta papa, ya esta, ven corre.
  Me acerco como quien no quiere la cosa al servicio y me veo en medio de el un terrible mojón en su orinal.
-      ¿ Pero Héctor que has hecho ?
-      Lo que tú me dijiste.
-      ¡ Como que lo que yo te dije !!
-      Echándola en el cuenco
-      El abono, Héctor, no la caquita. Yo creo que te has adelantado.
-      Papa pero tu dijiste.
-      No, Héctor, no era una semana antes. La doctora nos dijo que fuéramos recogiendo muestras de tus caquitas una semana antes, pero no 20 días,
-      Si, papa, pero tu dijiste lo del cuenco.
  De la risa ya no le pude regañar mas, y después de mirar su sonrisa picara y sincera, volviendo a mirar una y otra vez ESO, no pude por menos que con mi mano izquierda deshacerme de ello, no sin antes hacer una foto, para enseñársela a Toñi y que también se ría.
                      JOSE PEDRO  PORRAS a 26 de febrero de 2013

25 febrero, 2013

TU TIENES RELOJ YO TENGO EL TIEMPO


La siguiente es la entrevista que realizó el periodista y escritor español Víctor M. Amela al tuareg Moussa Ag Assarid. La reproduzco aquí porque me parece hermosa y muy valiosa. La fotografía fue publicada junto con la entrevista y, obviamente, no es mía (como tampoco lo es la entrevista, para aclarar bien).
Se trata del testimonio de una persona que habita nuestro mismo mundo, pero que vive dentro de una cultura que ha hecho del suyo un universo diferente…Con las palabras de este hombre podemos tratar de entender que las paredes que hemos impuesto en nuestra sociedad no son de hierro, que podemos salirnos, vivir de otra manera, valorar cosas esenciales que nos han enseñado a despreciar…Hay otras formas de vivir, es un hecho.
Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo
(Entrevista realizada por Víctor M. Amela a Moussa Ag Assarid)

Tuareg, Moussa Ag Assarid

No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles…!
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo
- ¡Qué turbante tan hermoso…!- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo…- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados…
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
-
Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
 - ¿Quiénes son los tuareg?
-
Tuareg significa “abandonados”, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: “Señores del Desierto”, nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece… “¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!”, denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio…
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
-
Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba… Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre… Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
 - ¿Sí? No parece muy estimulante. ..- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas… Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda…- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
-
Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro…
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja…- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté… Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua… y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso…
- ¿Tanto como eso?- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos… Yo tendría unos doce años, y mi madre murió… ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa… Entendí: mi madre estaba ayudándome…
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo…
- Y lo logró.
-
Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella… Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra… Aquí, por la noche, miráis la tele.
 - Sí… ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa… En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde…
- Fascinante, desde luego…- Es un momento mágico… Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor… La calma nos invade a todos: los lati
No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles…!
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo
- ¡Qué turbante tan hermoso…!- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo…- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados…
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
-
Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
 - ¿Quiénes son los tuareg?
-
Tuareg significa “abandonados”, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: “Señores del Desierto”, nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece… “¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!”, denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio…
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
-
Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba… Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre… Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
 - ¿Sí? No parece muy estimulante. ..- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas… Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda…- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
-
Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro…
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja…- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté… Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua… y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso…
- ¿Tanto como eso?- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos… Yo tendría unos doce años, y mi madre murió… ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa… Entendí: mi madre estaba ayudándome…
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo…
- Y lo logró.
-
Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella… Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra… Aquí, por la noche, miráis la tele.
 - Sí… ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa… En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde…
- Fascinante, desde luego…- Es un momento mágico… Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor… La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor…
 - Qué paz…
-
Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo

COLABORADOR


QUITANDOME EL SOMBRERO



CARTA DE UN SACERDOTE CATÓLICO AL NEW YORK TIMES


 Me he leído esta carta de cabo a rabo y es muy digna de hacerle un sitio, la he compartido con mi familia y sencillamente se ha guardado un silencio, espero que las personas que lo quieran leer, sientan algo.
Un saludo para todos.

“QUERIDO HERMANO Y HERMANA PERIODISTA: Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.
Me da un gran dolor por el profundo mal que personas que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos.. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.


Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.


¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en México mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas; que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños…


No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio.


Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a cero positivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.


No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino;


que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región…Ninguno pasa los 40 años.


No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.


La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia,  esa noticia  que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.
No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura…


Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido.
Sólo le pido amigo periodista, que busque la Verdad, el Bien y la Belleza.
Eso lo hará noble en su profesión. En Cristo,

COLABORADOR.


DEJANDOSE LLEVAR




Coordinación
Olvidarse en el baile
Latidos de nuestros compañeros
Mezclados con los nuestros

Perfeccionamiento hasta la locura
Respiración conjunta
Transpiracion  de sonidos
Todos juntos, unidos

Dejarse llevar por el ritmo
Dejarse confundir por tu cuerpo
Llegando el momento que explosiona
solo armonía perfecta

Sin sentir dolor
Cuerpos bien altos
Miradas al fondo
Siendo mi cuerpo el son.




MOMENTOS DIFICILES



Diferentes maneras de pasar el tiempo



Hoy he tenido la grata oportunidad de compartir una mañana con mi primo Abel, el cual me ha ayudado a trabajar pues de otra manera hubiera sido imposible, el brazo lo tengo chungo y no me deja ni ser yo mismo, los nervios me comen y me irrita mucho no sentirme autosuficiente y tener que depender de los demás, aunque ellos lo hagan de muy buen grado, nunca me he visto en una situación semejante, pero los días pasan y los niños y Toñi siempre están ahí, supongo que eso es lo que cuenta.
  La verdad que es muy fastidiado verme asi.
Comparto con vosotros también estos momentos difíciles.


22 febrero, 2013

NO SABIA POR QUE ME DUELE LA CABEZA




Hallan la causa de la «verborrea» femenina


Las mujeres hablan al día 13.000 palabras más que los hombres debido a los altos niveles de una proteína que se encuentra en su cerebro


Me, estoy riendo hasta la medula y eso que me duele mucho el dedito que tengo roto.

QUIEN AYUDA A QUIEN.



   Una comida diferente

   Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia , de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.

   Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.

   Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído, pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.

   De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

   Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. «Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale…». No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos.

   Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve. «Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza».

   Pregunta:
   ¿Hay algún comedor social regido por ateos o por los sindicatos?

    ARTÍCULO DE PACO ROBLES /  Madrid