19 febrero, 2015

NASA | SDO: Year 5







Despues de ver este tremendo video del Sol con los niños, me vuelvo a dar cuenta de lo infimos que somos, como en cualquier momento podemos desaparecer del Planeta Tierra, del Cosmos y me vuelvo a sentir contento de poder disfrutar Esta Vida.

Gracias Dios



e

05 febrero, 2015

CRISTALES DEL OLVIDO


                               Esta foto es d una tienda dedicada Solo a tartas también en Sevilla.

Cristales opacos
Cristales que no me dejan verte
Cristales que me asfixian
Que me rodean y hieren

Burbujeantes, esperando la ocasión
Agazapados, entrelazados
Dispuestos para el olvido
Que arrinconan mis sentidos.

Cristales que encierran bombas de relojería
Cristales llenos de las últimas lágrimas por ti vertidas
Cristales que danzan en mi cabeza
Que me aprietan el cerebro hasta que estalla.

Agazapados tras una esquina
Deambulando a media noche
Pendientes de sacudidas
Cristales que me detienen

Veo la vida tras un cristal traslucido
Lleno de cerveza, licor o lo que se eche
Que me ayudan a olvidarte
Que me persiguen en sueños hasta que desfallezco

Cristales que se agarran a mi mano
Cristales que me desgarran por dentro
Cristales llenos para poder vaciarlos
Que me desahucian y aterrorizan mi calma.

Cristales que me ayudan a seguir viviendo
Cristales que me adormecen y aborrezcen.
Cristales que se llevan de mí, tu recuerdo
Cristales que me sujetan para no irme lejos.

Me quedo como cada noche sentado en el bar
Esperando el momento de volver a casa
Para entrar borracho y sentir que no estas
Para no derrumbarme a cada paso.

Silencio, que oscuro está el silencio
Me da todo igual y me tumbo sombre la cama
Se ensombrecen los recuerdos
Me rio a carcajadas.

Cojo el cristal que sujeta el olvido
Lo estrello a ver qué pasa.
Mi mente se ilumina un momento
Mientras veo tu cara dibujada en la pared manchada.

Salen lágrimas de pura Rabia
Aunque no son suficientes para callar mi alma.
Me caigo y reboto contra el suelo
Las lágrimas se vuelven del color de la ginebra.

Pataleo, me enrabieto y para nada vale
Cristales viejos que no sirven para nada.
Quisiera siempre estar borracho
Para no saber lo mucho que me haces falta.

Cristales que me cortan
Cristales que me llaman
Cristales de una noche estrellada
Que me llevan a la muerte esperada.

José Pedro Porras




SIEMPRE TU



                                    Esta foto, es una tienda dedicada solo a Galletas en Sevilla





 SIEMPRE TU

Revuelve el viento tus mejillas
Las sumerge en burbujeantes pompas
Te ríes un instante.
Es tan bella tu sonrisa.

Me entran ganas de correr
Tú me alcanzas sujetándome la mano
Mariposa noctambula ocasional
Que busca donde depositar sus huevos.

Licantropa de mis besos
Corredora de fondo sobre sábanas blancas
Me devoras como amantis venenosa
Quiero huir de tus besos, de tus palabras encadenadas

Que me atan a este Mundo de locura y pasión
Amante, que me enferma la sangre y la razón.
Manos entrelazadas que se izan después de un orgasmo
Placer dibujado en cada curva de tu cuerpo

Cae monótona la nieve por la ventana
Mientras tú te desnudas
Dejas caer la poca ropa que te arropa
Y me lanzas al increíble mundo del amor

Quemarropa de un sin fin de besos
Versos que se derraman por tu boca.
Cierro los ojos y me creo muerto
Te miro sudorosa, alzo mi mano para intentar tocarte

Perla cultivada, amamantada por un instante
Dulzura que sabe quererme.
Garrote vil de mis propios deseos.
Carnicera de un breve momento.

Sucumbo,
Gozo
Siento
Y después Muero.

José Pedro Porras.










01 febrero, 2015

ME GOLPEE UN HUEVO



El frio atenazaba afuera y las ganas de orinar eran tremendas.
-      ¡ Papa, vamos a entrar a tomar algo que me hago pis!  “  Dijo Héctor ”.
-      Claro que si mi amor.
  Por fin la solución a mis tremendas ganas de orinar encontraban una solución, como no se me había ocurrido antes, si el servicio no viene a mí, nosotros tenemos que ir al servicio.
  Entramos en el bar de los pinchitos, como les llaman los niños y salí disparado hacia el aseo.
-      ¡ yo primero, papa, yo primero!. Otra vez se ha colado, jo, mama, otra vez se ha colado.
   Salida por la derecha y regateo las mesas centrales del salón, hago una chilena y me introduzco en el servicio. ¡Toma gol por la izquierda!
  “HELADO”,   El servicio, no es que estuviera frio, es que estaba congelado, tanto, tanto, que de la boca me salía hasta vaho.
-      ¡Papa, papa, sal ya que me meo!.
-      Y yo también Héctor, Espera tu turno.
-      ¡Qué me meo, papa, que me meo!.
  Daba igual lo que dijera mi niño, le había cogido la delantera y lo iba a aprovechar yo.
  El frio era tremendo y el contraste del interior del calzoncillo hacia el exterior del servicio, era importante.
-      “ ¡Rápido, Pedro, rápido que se te congela”, me digo a mí mismo.
  La meada era del elefante aquel que vimos en el zoo, pero ese frio intenso se me metía en los mismísimos testículos.
  Mientras hago tal meada, me digo a mi mismo:
-      “¡Ya!, lo suelto, ya, que me quedo congelado.”
-      ¿Cómo que ya?, ZAS.
                                        Tarde.
 Ya era tarde, a la hora de darme tantísima prisa, suelto demasiado pronto la goma del calzoncillo, con tan mala pata que me autolesiono el capullo.
-      ¡¡¡¡ Joder, joder, que daño!!!. Chillo en el servicio.
-      ¿Papa, que te pasa?
-      ¡¡¡ Hay que daño, Héctor!!!
-      ¿ Pero papa, que te pasa?
-      Que me he golpeado la cola.
-      ¡Pero papa!, Sal que te la vea.
-      ¡No Héctor que me duele mucho!
  Salgo como puedo del servicio, con la mano en el paquete, y con un dolor del carallo, ( Mareado, yo creo que estaba hasta mareado).
-      ¿ Qué le pasa, señor?. Me pregunta el camarero.
-      Nada, no es nada. ( Mas blanco que la leche).
  Me dirijo hacia la mesa a trompicones y con un dolor de Capullo que no veas. Sujetándome  fuerte el paquete.
  Encima veo a Toñi que junto a Alba, se están partiendo de risa a costa mía.
 
-      ¿ Pero Pedro, que te ha pasado?
-      Cuenta papa, que nos tienes en ascuas.
-      Calla, calla, que menudo dolor tengo.
-      ¿ Pero dónde?
-      Pues no lo veis, en toda la cola.
-      ¡¡¡¡¡ Ja, jajajajaja. ¡!!!!
  Ahí tenéis a las dos partiéndose de risa a costa mía,  y yo con unos sudores fríos, heladores y con un dolor en todo el capullo tremendo. “-Lo pierdo, que esto lo pierdo”, miles de pensamientos se me pasean por la cabeza.
  Siguen riéndose un buen rato, mientras observo que también el camarero es participe de la risa.
  Vamos que todo un cuadro a consta de mi cola.
-      ¿Si quieres vamos al médico?. Dice Toñi
-      ¡Si hombre, para que me la toque!
-      Tendrás que enseñársela a mama. Dice Alba.
-      Espera un poco, haber si pasa, pero si sigue así tendré que enseñársela.
-      ¡Que se la enseñe, que se la enseñe!. Dice el guasón de Héctor.
  Me tomo un trago de cerveza y poco a poco veo como va remitiendo el dolor capullil. Pero el mareo no cesa y la vergüenza de aquel momento tampoco.
-      Bueno ahora que te has relajado un poco, ¿Nos vas a contar lo que te ha pasado?. Me dice Toñi.
-      Pues fácil, bien fácil “ Con voz de recochineo”, tenía prisa y el servicio estaba helado y antes de meterme la cola que se estaba quedando congelada al resguardo dentro del calzoncillo,  he soltado demasiado deprisa  la goma, con tan mala suelte que me he pegado un pedazo de golpe en todo el capullo.
-      Vamos, vamos, Pedro, que no lo que no te pase a ti.
-      Pues es verdad Toñi, lo que no me pase a mí.
  No hay nada mejor que reírse en familia, aunque sea de estas cosas.

Basado en un historia Real, para que todos juntos nos riamos.

José Pedro Porras