Esta mañana, como un desesperado tuve que entrar a hacer mis necesidades en un bar, el señor acababa de abrir el local, y me miro como persona no grata, pero que se le va ha hacer el momento era decisivo.
Cuarto lleno de oscuridad, una tenue luz conseguía apenas iluminar el propio acto, cuando entre las tinieblas vi como se movía algo, que era eso que quería huir de la pequeña luz, esa cosa negra que acompañada de otras salían al espanto de todo lo que le rodeaba, cucarachas.
No podía ser, el culo se me comprimía, y el propio acto de cagar, se hacía imposible, después de intentar terminar la jugada, sin querer pensar en aquel mugriento lugar, me levante pensando en mi próxima historia, mientras mi pie pisaba sin querer uno de aquellos animalitos.
Cuando salí, la situación no parecía mejorar, aquel señor grande, con periódico en mano, intentando matar o asustar a mas animalejos de aquellos, dando a diestro y siniestro, golpetazos, con su periódico, insultando a los de la desinfección, y que los llamaría inmediatamente, pues había sulfatado hace muy poco tiempo ( no sabemos cuánto ), y no paraba de haber esas cucarachas por todas partes.
El café que me tome, fue tan rápido como el desalojo intestinal, y Salí de allí, intentando olvidar aquel episodio que aquí os relato
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