El otro día tuve la ocasión de hablar con un señor de Talavera, el cual en su empresa había presentado un ERE,
Este señor no sabía como tantos otros lo que iba a pasar con su vida, tenía la misma edad que yo 42, y unos estudios por medio, su mujer también trabajaba y no tenía ningún problema para marcharse a otro lado, el único inconveniente eran sus hijos que después de tomar la decisión de criarlos en Talavera y haberlos sacado de Madrid, ( ruidos, contaminación y un alto grado de inmigración ). Ellos ya tenían su grupo formado y sería muy duro marcharse otra vez, pero si no había más remedio lo haría.
Estaba cumpliendo con su trabajo, como sus compañeros, y de momento tenía varias ofertas miradas, pero todo fuera de ese ambiente, pero claro está, primero era como poder seguir adelante y ganar el dinero suficiente para sacar a su familia y darles unos estudios a sus hijos.
Cuanta gente como esta persona habrá, y mientras tanto el gobierno haciendo oídos sordos a todo un clamor general.
No hay día, que no entre a algún cliente mío y no me encuentre con una situación bastante desafortunada, las personas tienen un límite y estamos llegando a este.
JOSE PEDRO PORRAS.
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