Encuentro con el Espíritu Santo.
El próximo fin de semana tenemos una comunión.
Ella se viste de blanco, vamos a un restaurante, pagan un menú y después le damos un regalo , o sea lo más parecido a una boda pero sin novio.
Aunque el novio claro está, es El Espíritu Santo.
- ¿ Que es el Espíritu Santo, Mama ?. preguntó Héctor.
- Pues cariño, es lo que va a recibir la primita, en su comunión.
- Pero mama, ¿ Y eso que es ?.
- Pues es como una paloma, que se posa encima de la cabeza de de la prima para recibir a Dios.
- Pero esa paloma mama, es Española o Africana.
- Déjalo Héctor, que me lo estas poniendo muy difícil, luego se lo preguntaremos a tus abuelos.
La cosa se quedo ahí, pero claro está el niño se queda con todo y unos días después de esta pequeña conversación de la cual, yo, me mantuve al margen, surgió Héctor con la claridad e inocencia propia de su infancia, con una nueva inspiración.
- Papa.
- Dime cariño
- Cuando sea la comunión de la prima me voy a sentar junto a ti.
- Pues claro mi niño, donde mejor vas a estar que a mi lado y porque lo preguntas.
- Pues a ver si juntos vemos a esa paloma que ha dicho mama, será africana o española.
- No lo sé mi amor, podremos mucha atención para ver si la vemos.
- ¡ Oye papa ¡!
- Di
- Y si nos llevamos los tirachinas del chalet para ver si la matamos.
La risa fue espectacular y solo me dio ganas de abrazar a mi niño, aunque todavía él, no se reía y seguía pensando en su paloma.
Solo espero que llegue la boda y no nos tengan que llamar la atención por una cosa que ni entiendo, ni comprendo.
JOSE PEDRO PORRAS.
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