28 mayo, 2013

ILUSION CUMPLIDA



 Héctor llevaba todo el día tira, que te tira del diente, pues había notado que se movía y era su primer dientecito de leche que iba a perder.
-      ¡ Pero Héctor, déjalo ya ¡!.
-      No, papa que quiero que venga Ratoncito Pérez
-      Pero Héctor, no me digas que solo lo haces por el Ratoncito.
-      Pues claro, papa, para que me traiga alguna moneda.
  El niño, cogió una pequeña cuerda de lana y como pudo hizo un nido alrededor de su diente, como le había enseñado su hermana y tira que te tira, estuvo todo el día hasta que por fin se soltó.
-      ¡ Papa, ya está ¡!
  Corriendo por todo el chalet, con su diente en la mano.
-      Mira papa, el diente
-      Y ahora que hacemos
-      Pues guardarlo, para que no se pierda y esta noche lo guardamos debajo de la almohada.
-      Pues claro, mi amor, que seguro que viene.
Llego la noche y Héctor estaba más nerviosos que un flan., cenó rápidamente, después se lavó los dientes como el rayo Mac queen y casi, casi se le olvida que tenía que hacer pis.
-      ¿ Has hecho pis ?
-      Tengo prisa, papa, a ver si va a pasar de largo.
-      No te preocupes Héctor, que seguro que te espera.
  Ya estaba el niño acostado y no se podia dormir y claro está el Ratoncito Pérez estaba esperando el momento para cumplir con su deber, pero le entraba un sueño terrible y claro está se durmió antes que él.
-      ¡ Papa, papa !
  Gritó en medio de la noche, despertando a su hermana, a su madre y a mí mismo.
-      Héctor, por Dios, que es muy tarde
-      ¿ Ha venido ya ?
-      Seguro que si ha venido con la voz que has dado, le has asustado
  Se calló, eso significa que seguro que había comprobado que no había de momento nada debajo de la almohada. Gracias a ese despertar nocturno el Ratoncito Pérez hizo su trabajo, dejando debajo de la almohada de Héctor, su monedita de 2 euros.
   Ilusión cumplida.

                  JOSE PEDRO PORRAS.

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