Todo trascurre igual en estos días, ayer cene malamente, pues no tenía ganas ( problemas ajenos familiares ), y luego claro esta a eso de las 5 de la mañana, cuando el cuerpo ya está despierto, me entró un hambre que pa que.
Vuelta a la rutina de siempre, me zampo lo primero que veo, esta vez hubo suerte, pues el cuerno que dejó Alba, no se le puede ni comparar ni por asomo a la palmerita., ahí sigue olvidado en el fondo de la nevera y ya van para dos días ( caerá, seguro que caerá ).
Seguimos engañando a nuestra Toñi, con el tema de la leche y yo creo que ella se deja, sino no es normal, que llevemos tantos días y no me haya dicho nada. El dato curioso de esta mañana ha sido cuando Toñi, ha insinuado sino estarían más ricas las tostadas de pan normal que aquellas del Mercadona (anda la lista, porque la enfermera “graciosa”, le ha dicho que no pasa nada si toma una rebanadita de pan tostado normal para desayunar ), seguimos con el mismo pan, para que cuanto antes adelgace mejor para todos.
En el trascurso del día, me han pasado cosas muy curiosas, la gente me ofrece de comer. Ah.
A primera hora de la mañana, trabajando en un bar, un cliente me ha dicho que si no quería un café, que hacía mucho frio ( yo no tenía, ni tiempo para tomármelo, pues tenía una cantidad de trabajo, tremendo ), pero como hacía mucho frio, agradablemente me lo tomé. El señor muy amablemente, me dijo que si no quería unos churritos, que seguro que hoy le iban a sobrar, tanto insistió, que no pude por mas rechazar el ofrecimiento, asi que me zampe los churros y me sentó estupendamente el cafecito.
El frio arreciaba en Madrid, y ya iba siendo la hora de comer y a eso de las 13:30 estuve en un bar Asturiano, después de trabajar, el señor Antonio, que llevo mucho tiempo trabajando para él, me dice que si no quiero una coca cola, o una cañita. Sabía que hoy iba a ser mi día de suerte. Coca cola no podia, por la cantidad de gases que tiene, pero una cervecita con el hambre que tengo y el frio que hace en la calle, ( generalmente me tomo un café ), hoy no sabía si podia comer o no, y cuando lo iba a hacer, asi que accedí al ofrecimiento y encima los camareros, que también conozco, me pusieron unos torreznitos con unos cachitos de pan ( ahora me acuerdo hasta de mi padre ), me sentaron fenomenal, venga caloría para el cuerpo.
Para terminar el día, el ultimo cliente estaba situado al lado de una frutería, y seguía haciendo mucho frio, la garganta me empezaba a no ser que, y me decidí a entrar a la frutería por una naranja, el señor muy amablemente me la regalo, ese pedazo de naranja.
Llegue a casa con hambre, y otra vez verdurita o verdurita, y una rodaja de salmón. Verdaderamente, le estoy cogiendo asco al pescado, asi que le dije a Toñi, que no se preocupara, que yo con un poquito de queso iba a tener suficiente, seguro que mañana me vuelve a entrar hambre a eso de las 5:00 de la mañana
JOSE PEDRO PORRAS a 23 de Enero 1013
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