Aire.
Amanece un nuevo día esta mañana
Miro tu cuerpo desnudo
El frio entra por la ventana.
Humo
Enciendo el primer cigarrillo
Mientras duermes, ingrávida.
Dibujando inconscientemente cada curva
Corriente
Me dejo llevar por mil pensamientos
Lleva el rio tanta agua
Que en cualquier momento se puede en ti derramar
Soplo
Tu corazón. ¿ Donde lo encuentro ¿.
Entra el aire por la ventana
Se te eriza cada uno de los pétalos de tu alma.
Oigo
Respirar a tu cuerpo, intento escuchar su rumor
Perdido entre sus silencios,
Dejo caer mi mano deseosa de acariciarte
Aurora
Dibujo mil y un mapas, anatomía perfecta
Violetas, carmesí, pétalos de rosas,
Que recubren todo tu cuerpo.
Suspiros
Entrecortados, pulcros, livianos
Mi mano, se deja hacer entre tus manos
Rompiendo el mil fragmentos el silencio del amanecer.
Corriente
Tus besos ya saben de los míos
Mi cuerpo ya sabe del tuyo
Me dejo llevar cual agua en la vertiente.
Brisa.
Sueño de un remolino enredado entre tu pelo
Nunca te estás quieta, dormida, inquieta.
Mi cuerpo se hiergue, esperándote volverte a amar.
Soplo
Mil colores que llenan el alma
Mi cuerpo se vierte, te llena.
Soplos, mil soplos, de placer.
Ciclón.
Todo queda enredado, entre nuestros cuerpos
Derramada la mañana, perdida, y encontrada en tus besos
Pies fríos y descalzos.
Tornado
Quiero volver a encontrarlo, mientras enciendo otro cigarro
Sudo, jadeo, tú a mi lado y junto a ti el universo.
Quieto muy quieto, descanso agarrado en su manto.
Torbellino
Vuelves, deseosa, a mirarme
Guardo silencio, y apago el humo, encendiendo el deseo.
Locura, volverte a amar, sin prisas. Corriente que se derrama solo para ti.
Y después el silencio.
JOSE PEDRO PORRAS.
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