Hoy he tenido la
obligación de ir a la reunión de padres que ha solicitado la profe de Héctor,
asi que ahí me veis corriendo y haciendo mi trabajo deprisa, para llegar
puntual a esa situación.
Digo situación por que verdaderamente fue toda
una historia lo allí sucedido.
Por la mañana temprano le pregunté a Héctor,
que cual era su mesa y él me dijo que no tenía confusión que era la única que
era blanca, asi que cuando llegue y me encontré a mi niño, lo primero que hice después
de darle un beso fue, ir con él a su
clase para conocer el ambiente que se respiraba.
El mundo se me cayó al suelo cuando mi niño
se dirigió a la pizarra y me dijo que esa era la mesa, la que estaba debajo de
la pizarra, sin dejarle ver nada más que la pared.
- Pero mi amor, como va a ser esta.
- Pues claro que lo es, es la que mejor se ve
la pizarra.
No hice más comentarios y la ira se reflejaba
en mi cara, cuando la Profesora ( por llamarla de alguna manera ), me dijo que
pasara, que, que me parecía donde había puesto a mi hijo.
- Usted, de verdad está segura de lo que está
haciendo
- Pues claro que sí.
- Usted esta discriminando a mi hijo.
- Su comportamiento deja mucho que desear.
- ¿ Pero
hasta ese punto. ?
Después la conversación se torno más fuerte,
claro está, hasta el punto de decirle a susodicha que si tenía más cosas que
decirme se lo diga a Toñi, que seguro la entiende mejor que yo.
- Pues claro está que hablaré con su mujer,
le voy a mandar una nota hoy mismo.
Pensamiento: Como
se puede tratar asi a un niño de 7 años, y hasta qué punto ella tiene derecho a
ello.
Me daban unas
ganas de irme en ese momento y de llevarme a mi niño, pero hay que tragar con
lo que marcan las normas y claro está cuando un niño está por encima de ellas
jode y mucho.
Asi que se jodan,
que no pienso regañarle por ser como es.
JOSE PEDRO
PORRAS Lidiando con la realidad.
Cambiando de tema, también he observado otra situación,
la cual estuve reflexionando en la furgo, mientras durante toda la tarde curraba.
La falta de un porque, las ganas de luchar y
de que los niños aprieten los codos, es casi nula, los padres no se esfuerzan
por la educación de sus hijos y dejan todo en manos de estos incompetentes de
profesores que arruinan la vida de nuestros mejores tesoros, tan responsables
son unos como los otros.
Extrañada me ha mirado la mama, que se ha
sentado junto a mi cuando le he dicho que el niño ya se lee un libro pequeño
cada día, y que sabe sumar y restar con llevadas, acaso somos Toñi y yo unos
bichos raros por darle a nuestros hijos lo mejor de nosotros mismos, jugar cada
día con ellos y ayudarlos en lo que haga falta, no sé si eso servirá para algo,
pero para nosotros no lo sabríamos de hacer de otra manera y eso sencillamente
nos llena.
El otro día estuve escuchando una conversación
entre un estudiante y una mujer algo mayor, lo más importante se me quedó
grabado:
- Pero que se creen esos Universitarios que
han terminado la carrera, que cuando salgan de la Uni, le van a llover las
ofertas de empleo, se van a vestir con un traje y una corbata y le van a llamar
solo por lo que saben y han estudiado. Le ofrecerán un contrato de aprendizaje
con un suelo de 300 o 400 euros y cuando hayan dado lo mejor de sí, luego a la
calle y por otro Universitario.
- Que lastima que también no le enseñen un
trabajo
- Para que si tienen a sus padres.
Una pena, la
verdad.
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