Cada día que pasa, cada minuto, cada instante, la locura que nos envuelve se hace mas insoportable, la misma incivilización que nos rodea de adueña de nuestras vidas y nos deja en la misma podredumbre espiritual que no nos lleva sino a desear mas cosas y mas cosas para ocupar ese vacío.
pero sabes una cosa, la desgracia de la crisis, y no querer mas cosas no por que no las quieras sino porque no te las puedes comprar, nos lleva al encuentro con nosotros mismos, la misma vida nos vuelve a dar una lección, que debemos de seguir, por que no nos queda mas remedio.
Veo en la calle muchas caras tristes y gente de 50 o 55 años vagabundeando de aquí para allá, y es mas triste pasar a un supermercado y ver como escatiman en todo y a veces hasta se pelean, los valores tradicionales, esas cositas que hemos aprendido sin darnos cuenta surgen por todos lados, personas que tienen tiempo de hablar con otras personas, gente que pasea sin querer comprar ninguna cosa, gente que puede ayudar y ayuda.
Esta mañana he estado en una iglesia de lo mas rara, iglesia misionera de los últimos días, un señor sudamericano, con una bufanda de dulce gavani, regateando el precio, y mirando como puede tener mas, ahí si hay un verdadero problema, cuando no se encuentra la Luz al final del camino y siempre hay personas que te lo muestran pero aun precio miserable, la propia necesidad del hombre por solucionar sus problemas, la falta de valores y esa falsa mano tendida, que aunque no te lo solucione por lo menos se cree amiga tuya.
Es muy difícil seguir el camino, pero escuchando fuertemente a tu corazón, viendo lo que puedes dar a los demás, no lo que necesitas para consumir, vivir para disfrutar el último momento, pues ya sabemos que esto terminara.
Desgraciadamente la vuelta que esta pegando la vida nos esta enseñando a pasos agigantados VALORES, volver a creer, y sentir que cada paso que damos no es el mas importante.
JOSE PEDRO
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