24 enero, 2012

LA HORMIGUITA PEPA

Pepa la hormiga, se había levantado perezosamente como toda las mañanas desde que la señora reina la había obligado a quedarse en su agujero por razones varias, ella desde un primer momento sabía que su trabajo no iba a durar y después de romperse las antenas aquello nunca iba a ser igual.
Después de desayunar un poco de leche de pulgón y comerse solo una pizquita de maíz ( pues su vida de parada no daba para mas, aunque lo había aprovechado desde  ese momento para ponerse a régimen ), encendió su viejo ordenador recuerdo de un pasado mejor para pasar la mañana, cuando de repente sus ojos se le pusieron vidriosos, y el alma negra, todo su cuerpo se le paro de golpe, no podía ser, la serie que tanto le había llenado ( su gusano pelotero, luchando contra viento y marea para seguir viviendo, y su amiguita la polilla, ese ser tan dulce y bueno ), habían desaparecido de su monitor.
Su página de descargas había desaparecido y alguien muy grande y tenebroso había sumido su negra vida en la más completa oscuridad. ¿ donde conseguiría su queridísima serie, donde sus películas de amor, como podría seguir su vida encerrada en su agujero sin las páginas de descargas.?
El mundo de hormiguita parada se le vino abajo, no tuvo fuerzas ni para lanzar su viejo ordenador, contra la pared y un grito de socorro salió de su boca a la vez que el de muchas hormiguitas indignadas que le había pasado lo mismo.
Si ella se conformaba con lo poco que le daba la vida y el momento de evadirse de todo aquel mundo, se lo daba su ordenador, como habían podido borrar así su página y con ella las de muchas hormiguitas que se encontraban encerradas también en su agujero, sin dar ningún problema a su reina y sin molestar en ninguna momento a la colonia.
Pero la sed de venganza le recorría todo su negro cuerpo y izando sus antenitas y poniéndose muy pero que muy cabreada salió de su agujero (acordándose del héroe de su serie) y dispuesta a pararle los pies a ese ser infernal que le había dejado sin su rutina diaria.
Alzo su pequeño cuerpo y se subió trabajosamente  a lo más alto de su colmena. Un chirrido indignado llenó la monotonía de todos los días.
-  ¡ Compañeras, compañeras, COMPAÑERASSS!
Miles de antenas se pararon un momento para ver lo que pasaba.
- Nos van a quitar todo, primero empiezan por nuestras series, luego por nuestras películas y al final nos confundirán con cucarachas y nos aplastaran sin más, nadie quiere eso verdad.
- no, no, no. Gritaron todas al unisonó.
- vamos a dejarnos aplastar sin más.
- no, no, no.
El alboroto en el hormiguero era incesante y las antenas se agitaban por todos los lados.
-      Vamos a acabar con este monstruo maligno que nos deja sin nuestros contactos y sin nuestras libertades.
-      ¿Pero cómo?,  dinos tu portadora de la verdad luminosa
-      Vamos a hablar con el gran ordenador mundial, caminaremos sin parar hasta que lo encontremos.
Miles de hormigas trabajadoras, dejaron sus maíces en el suelo, otras tantas dejaron las espigas, y otras más dejaron de ordeñar sus pulgones, e iniciaron una tremenda marcha para solucionar sus problemas de conexión.
Detrás de esta marabunta de hormigas, les siguieron millones de seres ínfimos que hasta ahora nadie había hecho caso, pulgas, pulgones, tábanos, moscas, mosquitos, caracoles, gusanos de seda, y tantos y tantos seres que hasta ahora se habían quedado quietecitos en su agujero, sin importarles para nada lo que sucedía alrededor suyo, pues gracias a la caja mágica, cada cual tenía el mundo perfecto echo a su medida.
Todos estos seres marcharon durante muchos días, hasta que perdieron la cuenta de todo lo que habían andado, unos ayudaban a los otros y entre todos el caminar se hizo una aventura, la misma aventura de vivir, poco a poco se fue olvidando por lo que caminaban, pero era tan bonito verlos a todos juntos, marchando, sin importarles lo que habían dejado atrás, por fin era una comunidad ,caminado hacia delante, sintiendo a su paso el cariño de mas seres como ellos, los cuales no sabría decirte en qué momento se unieron a su paso.
Este movimiento hizo mucho daño a los seres malignos que intentaron de todas formas parar la marabunta de corazones, pero como eran corazones, ideas, pensamientos y locuras, no pudieron hacer nada, pues sencillamente avanzaban, y sentían bajo sus pies la vida pasar.
                                                        JOSE PEDRO.

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