23 enero, 2012

DAVID EL PARADO

-      Me cago en la leche, ahora que voy a hacer sin trabajo.
-      No te preocupes David, que en casa hay mucho que hacer, los niños, la ropa, la casa, te puedes entretener hasta que cambie esto otra vez de gobierno.
-      Pero Lucia, que mis manos no están para lavar platos, ni para hacer la colada, ni para cuidar a los chavales, eso siempre lo has hecho tu.
-      Pues ya ves, ahora viene la emancipación femenina y te vas a ocupar tu solito de todas las cosas, y podrás vaya que si podrás, ( Pegando un puñetazo encima de la mesa)
David, agacho la cabeza, esta vez tenia la guerra perdida antes de empezar, que iba ha hacer con sus 56 años poniendo ladrillos, enyesando y cargando más que un mulo, ahora que en nuestra España de siempre se había parado hasta los caracoles que corren pegados a los coches, que iba a hacer con su vida sino esperar a que le llamaran para otra obra y mientras que ¡ todo el día pegado el culo a esta sofá ¡.
-      Pues claro que si Lucia, si tu trabajas fuera de casa yo trabajare dentro, te voy a tener la casa como la patena.
-      Así habla mi David,  si es que vales un montón.
Las palabras se hicieron caricias y las caricias se llenaron de ternura, eso no se lo iba a quitar nadie.

  DAVID Y SUS FAENAS:
David siempre es y será un tío muy apañado, siempre había utilizado materia de primera calidad, cemento del mejor, ladrillo bien cuidado y esa arena que se escurría por sus dedos.
Para su casa no iba a ser menos, esa escoba destrozada de tanto barrer, esa fregona ennegrecida de tanto currar, ese estropajo que se caía a trozos, cogió todos los instrumentos abrió el contenedor y los tiro, allá muy buenas.
  Ahorramas, ese era su estilo, Ahorramas,  iría a ese sitio, ese supermercado abierto solo para él, fregona nueva, escoba reluciente, jabón para fregar el suelo o mejor pensado, llamaría al encargado.
-      ¡ A ver chaval, dame todo lo necesario que voy a dejar la casa de mi mujer como la patena ¡
-      Como no señor, el señor siempre tiene la razón, ( Sin poder salir de su asombro, con una sonrisa tan divina como maligna).
 El encargado fue cogiendo de todo, y David a cada paso más contento, más ancho, que de cosas hacía falta para su casa, y como iba a quedar aquello, a su estilo, como la misma patena, vamos que se podría ver su Lucí reflejada, la misma cara en el suelo cuando entre.
  Al pagar no hay problema, mientras haya dinero en la tarjeta.
-      Cobra, cobra, y apúntate algo para ti.
-      Esta el señor muy gracioso.
-      Señora, como para no estarlo, es mi primera vez y no será la última.
-      Por favor que no sea la última, (dijo el señor encargado, dándole unas palmaditas muy reconfortantes en la espalda).
                                      II.
Por dónde empezar, donde dejaría su señora las cosas. – Colocadas como no.
-      Me voy a poner un poquito de música, como en el curro. ( El Arrebato ).
Con la escoba en la mano y como filete dispuesto a matar, se fue deslizando por toda la casa  (- hay que ver que de rincones tiene, quien se le habrá ocurrido poner tantos muebles por en medio).
A cada paso que daba, se le hacía mas y mas pesado recorrer con su súper escoba cada hueco de su casa, - ¿ De dónde saldrá tanta basura , esta Juani, esta Juani ( todo esto al ritmo a su ritmo, tal, ta, ta,).
-      Y ahora un buen chorreón de jabón, para que estén relucientes estos suelos, ta, ta, ta, ta, ratata, ratata, que se va a poder comer en los mismitos, ta,ta,ta
La espuma salía, rebosaba por los huecos del cubo de su súper fregona vileda, removía y removía, no paraba de brotar aquel liquido espumogeno, - anda si parece que estamos en una discoteca, toma para allá toma para allí, tacatacataca, ( mientras la espuma no paraba de salir inundando el suelo, fregaba, refregaba, y no paraba de salir, todo blanco, - espuma para allí, espuma para allá, tacatacataca.
  Mientras en la soledad del cuarto del baño, se escuchaba un ronquido, un fuerte tronar, un repiqueteo que se metía entre su Arrevato, dejando el mocho apoyado contra la pared, mientras la espuma seguía saliendo, corrió como alma que lleva el diablo sin acordarse en lo resbaladizo que estaba el suelo, el topetazo fue espectacular, tacatacataca, PLOF ,
-      ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Joder ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡,

  Afortunadamente un timbre sonaba en su puerta.
-      ¡¡¡¡¡  quillo te ha pasado algo, abre la puerta, abre ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Según abre la puerta, otro patinazo que ni fuera una pista de bolos hizo resbalar también a su vecino, el cual se empotro literalmente contra el pico de la mesa del bar, perdiendo inmediatamente el sentido.
-      ¿ Que ha pasado, que ha sucedido, ¡¡¡¡ Ay como me duele ¡¡¡¡
-      Te caíste, toma un poco de hielo.
-      Hielo con que.
-      ¿ cómo que con qué ¿.
-      Pues échale un poco de ginebra o whisky, que curara mejor
Después de currarse un cubata que de eso si sabía, se puso otro para él. Solo para acompañar.
-      ¿ qué te ha pasado, Quillo, que es todo este jaleo ¿
-      Mi primer día
-      Y será el último, al paso que llevas
-      Hombre no se has gafe, que hasta que encuentre trabajo, es lo que toca
-      Anda, tu también estas desempleado.
-      Desempleado, no,  empleado en tareas domesticas
-      Me ha salido gracioso el Chaval. ¿ tu quieres aprender o no ¿
-      Tú me vas a enseñar
-      Aquí el figura, lleva más de tres años dedicado a las tareas domesticas, como tú dices, y mi Pepa esta de lo más contenta y no veas lo agradecidita que se ha vuelto. Como cambian las cosas. Bueno, tu quieres aprender o no.
-      Tú me vas a enseñar.
-      Pero no aquí, este es terreno prohibido,
-      En tu casa,
-      Si
Subieron los dos, cubata en mano y con repuesto por si se acababan los suministros, mocho en la otra y el fairy  como padre nuestro.
  David, joven atento, y atento estuvo, mientras su vecino le daba las directrices de cómo se limpia la casa, eso si la suya, mientras sentado en el sofá con su whisquecito en la mano tomaba las riendas de su nuevo ayudante, enseñándole como se limpia  el suelo, se hace la colada, se plancha una camisa, y después de terminar con su cubatita, despidió como pudo a su vecinito y se despidió hasta la nueva clase del próximo día.
                                                                                          JOSE PEDRO

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