11 enero, 2012

VIDA



¿En qué momento la violencia se convierte en algo de nuestras vidas?
¿En qué momento volvemos la vista hacia otro lado para no ver?
¿En qué momento decimos "eso no me va a pasar a mi"?

Pero no nos damos cuenta de que puede pasar, de que por muy centrada que sea tu vida, muy seguro de ti mismo que te encuentres, la vida te da la vuelta en medio segundo y decisiones que creías acertadas se convierten en algo que te hunde y contigo hunden a quien tienes al lado.

Se habla mucho de ayudar a las personas que se encuentran en esa situación, sin conocer muchas veces que esas personas no tienen ni la valentía ni la fuerza suficiente para salir del agujero. Es un pozo del que no puedes salir, porque al mismo tiempo que te das cuenta de que estas hundiéndote la tabla de salvación que tienes es esa misma persona que te hunde y todo se convierte en una espiral.

Te agarras con fuerza a los momentos "segundos" buenos e intentas superar los momentos "días, horas" malos, piensas que algo has hecho mal, que en algún momento las cosas volverán a su ser, que dejaran de verte como un monstruo y comenzaran a verte como la persona que tu sabes que eres.

E visto adolescentes que "cariñosamente" se llaman zorra, puta, cerda.... sin entender que de los insultos se pasa fácilmente a otras formas de hacer daño, lo que ellos entienden como una forma de hablar en un futuro puede ocasionar daños a otras personas, si desde los quince años tus amigos te están diciendo que eres una zorra cuando tu pareja te lo llame en casa no veras la diferencia, y la hay

. Hoy acaba aquí no tengo más ganas de seguir.
                                                                                            Colaboradora.


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