Ayer llegue a recoger a nuestro Héctor del gimnasio,
pues le hemos apuntado a Taekwondo, total nada verle pegar patadas y gritar a
pleno pulmón que se le escuchaba desde las gradas, luego vino el momento de
calentar, antes de marcharse y entonces le digo a Toñi:
- ¡ El niño no corre mucho ! ( Utilizando
signos de exclamación ), es igualito a su padre.
- El niño no corre mucho ni nada, no ves que
ni hace las flexiones.
- Bueno mujer, que no es para tanto ( viendo
como Héctor pasaba de correr por la pista y como encima me saludaba con la mano
).
- Tú no sabes lo gordo que se está poniendo,
¿ Tu lo has visto desnudo ?.
- Pues no Toñi, desde que se baña solito, yo
no paso al baño nada más que para secarle.
- Pues tiene unas orzas, que para que, seguro
que le llevamos a su pediatra y nos lo pone a régimen, como hizo con su amigo.
La sequedad en la garganta, me produzco
silencio y vi a mi niño como me saludaba, ahí estaba esta personita, tan
contenta, eso si hay que reconocer que mucho más grande de la media, acaso la
familia de Toñi no lo es, yo no entendía la situación y haciéndome el longuis, desvié
la atención a otros flancos no fuera que luego me tocara a mí.
La cena fue de lo más singular, y al final Héctor
opto por tomar un poco de ensalada con un cachito de filete que yo le dí, asi
que no puedo deciros que el niño coma demasiado.
Momento súper especial esta mañana:
- ¿ Como me quedan estos pantalones Cariño ?,
me dijo Toñi recién levantado.
- Como te van a quedar, estupendos.
- Yo creo que me hacen un poco de culo
- Pero solo un poco, no te preocupes
- ¡ Qué no me preocupe !, si me estoy
poniendo tan enorme como antes.
- Que no cariño, que no, que solo es que la
camisa que te has puesto no es la adecuada.
- Claro, no es la adecuada, porque no me tapa
el culo.
- Anda, tonta, desayunamos ya.
Después de tomarnos un cruasán a la plancha
con su mantequilla y su mermelada, suela mi niña esto:
- Sabes una cosa, Pedro.
- Dime, mi amor. ( Intentándola mirar lo mas
tiernamente a sus ojos, no vaya a ser que se le ocurra algo raro, ante todo la
mirada tierna ).
- Me voy a poner a régimen.
- ¿ Como que te vas a poner ?, ( recordando
la última vez que nos puso y casi nos morimos de hambre.
- Que si, Pedro, que sí, que me voy a poner a
régimen, no aguanto más con este pedazo de culo que se me está quedando y algo
debo de hacer.
- Tu tranquila, amor, y termina el desayuno.
( esbozando una de mis mejores sonrisas, puaf que royo otra vez a régimen ).
JOSE PEDRO PORRAS.
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