07 octubre, 2013

EL SEÑOR PALOMINO ES APLASTADO




No lo vi.

 

La rapidez del día pasaba entre las ruedas de mi furgoneta mientras los clientes se agolpaban detrás de las últimas horas de la mañana, cuando una nueva llamada sonaba en el asqueroso de mi móvil.-

-      Si dígame,

  Mientras echaba marcha atrás y justo por el Angulo,  oculto entre las sombras apareció

-      ¡¡¡¡ Coñooooo  ¡!!!!!.

  Pero ya era tarde el señor, ( cual paloma que apachurra la furgoneta ) caía a los pies de las mismísimas ruedas. Saque la mano por el cristal intentando de cualquier modo que esta palomita no cayera al suelo, pero mis intentos de que el golpe fuera menor, fue inevitable.

-      Pero señor, que es lo que ha hecho, ( repetía este , una y otra vez, jadeando como faltándole el aire.

  Mi primer pensamiento fue que no me iba a dar tiempo a terminar el reparto, como lo haría si estábamos a viernes y me marchaba de finde.

  El señor quejándose y con su falta de respiración,

-      Tranquilícese señor que le va a dar algo ( le repetía yo, una y otra vez, pensando que en cualquier momento le iba a dar un infarto del mismo susto, después  del impacto lateral con la rueda de mi furgoneta, no va a ser ).

-      Ay, ay, ay, pero no me ha visto ?.

-      Pues claro, señor, como le voy a ver si estaba escondido detrás del Angulo muerto.

-      Muerto, eso es casi como me deja usted,¡¡¡ ay, ay, ay !!!. ( Otra vez respirando entrecortadamente )

-      Tranquilo señor, que se va, tranquilo ( pensando que en cualquier momento caía redondo al suelo, y todo porque le he pillado solo un poco.

  Empieza a venir gente: la señora con su compra, un señor del parque, el negrito que guarda los carros.  Pero después de ver que al señor palomino no le pasa nada, empiezan a desaparecer con el mismo disimulo ( la gente no se preocupa por los demás ¿ Veis ?).

-      Pero deme algún dato suyo, la matricula, pero deme algo, ay, ay, ay ( otra vez agonizando ).

Yo dentro de mi poco razonamiento, veo que si le doy la matricula estoy perdido y eso es lo que menos necesito, perderme y para siempre, asi que opto por darle el número de móvil, cuando también me doy cuenta de que si le doy bien el numero de móvil, también estoy perdido ( cruel, pero cierto ), asi que le doy mal el numero y aunque al principio había pensado darle el de Toñi, se me fue enseguida de la cabeza, me invente uno que cuadrara y difícil pues estaba bastante nervioso y ya me estaba poniendo hasta mareado.

  El señor palomino, no dejaba de quejarse de que le había apachurrado el pie, y yo pensando que si le llego a aplastar el pie iba a estar allí tan pancho.

  El susto era más que nada.

-      Si quiere le acompaño a casa, si hace falta ( le dije como buena persona, carente de todo escrúpulos ).

-      No, no hace falta, ya voy yo solo ( amarrando como pudo el número de teléfono falso ).

  Me monto de nuevo en la furgoneta, y otra vez se pone el señor palomino detrás, justamente en el Angulo muerto, no me lo podia creer. Me echo las manos a la cabeza y miro al señor que pide dinero ( el negrito de los carros ), que se dirige al señor mayor, apartándolo de mi camino, después me hace asi con la mano y yo cojo las de Villadiego.

  El negrito hace asi con la mano, con más fuerza y yo aligeró el paso, caballo mío.

 

  Los nervios me acompañaron durante todo el día, aunque ahora pensándolo fríamente, me imagino el señor palomino debajo de las ruedas de la furgoneta y se me ponen los pelos como escarpias.

  Aplastamiento total.

 

JOSE PEDRO PORRAS.
 
 
 



 

 

 

 

 

 

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