Seguimos teniendo problemas con la tecnología
y ahora encima me he quedado sin móvil.
La historia es algo complicada de contar,
pero lo contare lo más fácilmente
posible:
Resulta que el Samsung
Galaxy Ace que me trajeron los Reyes Magos, hace casi dos años, nunca ha ido
bien, pero sus dificultades las hemos sabido llevar de la mejor manera posible,
incluso dejándole descansar los fin de semana, pues lógicamente también el necesita descanso. Primero empezó con los
apagones del celular, luego no me dejaba acceder a las llamadas, todo esto lo
achaque que era verano y el móvil estaba pasando mucho calor.
Pero he aquí, que pasa la estación estival y
el jodido aparato no hace nada más que dar problemas, a veces se conecta al
manos libres, otras veces deja de hacerlo y se cabrea durante todo el día, con
la inseguridad de coger el móvil cuando suena y en cualquier momento; menos mal
que Movistar me ha dado la oportunidad de llamar cuanto quiera ( claro está
pagando religiosamente ), y no se me pierden ninguna llamada.
El Wifi nunca ha funcionado bien y si quiero que se conecte con la wifi de
casa, debo apagarlo y encenderlo, y después a ver si tengo suerte y se conecta,
aunque después de un rato y de animarlo en tal acción, desisto de intentarlo y
gasto de mis datos, total para lo que voy a hacer, responder a mis apalabrados
y meterme un poco en el face a ver lo que hay y de paso soltar alguna de las mías.
Ha sido tal la dificultad para entendernos el
aparatito y yo que al final después de mucho insistir Toñi, lo lleve al
servicio Samsung, el cual me indico que si quiero que el móvil funcione bien, tengo que hacer tres cosas.
1. Borrar el face
2. Borrar el apalabrados
3. Cambiar la tarjeta de memoria a una de 4
Gigas, o sea gastarme 12 euros.
Si hago todo esto, me lo actualizan en el
soward y Santas Pascuas.
Al principio parecía fácil llegar a esos
puntos, pero para todo eso, tengo que vaciar el móvil, y es tarea ardua, pues
desgraciadamente me sirve para todo, y en mi vida laboral lo cargo de datos,
contactos, días, apuntes y demás cosas que me parecen imprescindibles. Asi que
saque tiempo de donde no lo tenía y al final gracias a Alba que me echo una
mano logre vaciarlo.
Luego venia lo más difícil, desprenderme del
apalabrados que tan buenos ratos me ha dado, ( ¡ mi apalabrados !, cuanto lo echo de menos )
y por último la nueva adquisición el face, Ohhhh.
Como me dice un buen amigo, ¿ Para qué
quieres el móvil sin esas cosas ?.
Pues aparte de para trabajar y que me lleve a
alguna calle que no conozca, para nada mas, toda una pena el rollo del móvil.
Por fin llega el gran día, donde se lo llevo
al servicio Samsung para que me lo actualice y por fin tener un celular como
Dios manda, asi que en un rato me lo tienen preparado y ya está.
¿ Como que ya está ?, después de actualizarlo
y de dejarlo más blanco que la patena y mas vacio que una nevera a fin de mes,
el móvil esta peor que lo deje, ¿ Cómo es eso posible ?, os preguntaríais. Y yo
también me hago la misma pregunta, y a la fecha que estamos no he encontrado la
respuesta.
Después de trabajar con el dichoso aparatito
y darme cuenta por mi mismo de que no había solución y claro está darme la
plasta no solo Toñi, sino Alba y por fin el pequeñajo también ( creo que por
este último lo lleve ). Aunque el
momento más decisivo fue cuando Toñi llamo con el móvil y después de hablar 3
minutos el aparatito se apaga él solito y se pone negro como el carbón, luego
mi niña lo intenta volver a encender y como quien tiene un tío en África, nada
de nada.
Asi que otra vez saco tiempo para llevar el
maravilloso móvil al queridísimo servicio Samsung de mis narices, donde claro está,
ya me conocen.
Directamente voy con Raúl, que es chaval que
tan amablemente me ha atendido todas estas veces y claro está el no se lo puede
creer, me dice que será un problema de placas ( vamos que ni que el móvil tuviera
catarro ) y me lo tienen que intervenir
de 15 a 20 días.
- ¿ Comooooooo ?,¡ no puede ser !, como voy a estar sin el móvil de
15 a 20 días.
- Pues usted verá, si quiere solucionarlo lo
tenemos que llevar a laboratorio a ver si cambiándole la placa, se pone bien
- ¿ y qué hago yo sin móvil ?, ¿ No tienen
ustedes uno de repuesto ?.
- El móvil que dejamos de sustitución nos lo
quitaron
- ¿ Y entonces ?
- Fácil, señor tendrá que buscarse un móvil mientras
tanto
Como no me había dado cuenta yo solito de
esto, un móvil para sustituir otro, la verdad que hay que nacer de nuevo para
darse cuenta.
Cuando vuelvo a casa con la noticia, no tenía
ni ganas de cenar, aunque al final mi mujer que siempre me anima en todo momento encontró la
solución.
- ¿ Acaso
no tienes un móvil en el cajón y encima es bueno ?
- Ese que nos encontramos en el parque.
- El mismo, lo arreglas y ya está.
Una vez que hubimos cenado, nos ponemos manos
a la obra y el dichoso móvil venia en ingles. Tuvimos que levantar a Alba, pues
ella controla más sobre los idiomas modernos.
- Alba, despierta a ver si tu sabes
solucionar esto
- ¡ Papa !, si me acabo de quedar dormida.
- Por eso, Alba, porque te acabas de quedar
dormida, no es que te hayas dormido, ¡¡ Anda por fa !!
Mi niña mas buena que un cachito de pan, se
levanta y después de indagar en el móvil me dice que ella no lo entiende ( Ni
yo tampoco ), asi que decidimos nuevamente apagarlo y mañana será otro día.
Amanece otro día, y el móvil está descansando
encima del ordenador como la otra noche lo dejamos, no se ha movido si quiera.
- ¿ Qué vas a hacer con el ?
- Dejarlo ahí
- ¿ Como que dejarlo ahí ?
- Si, cariño, dejarlo ahí, no ves lo
tranquilito que esta, si da pena despertarlo.
- Pues habrá que buscar una solución.
- Mañana.
- Eso mismo dijiste al acostarte, y te
interesa arreglarlo
- Buenooooo, lo llevare al Indio, a ver si lo
arregla.
Por la tarde lo llevo a la tienda que han
colocado estratégicamente al lado de la salida del metro, esa tienda que
arregla cualquier móvil y añadidos. Lo dejo ahí y me dice que me llamara con la
solución en 3 o 4 dias.
Pasaron ese tiempo y nada, el Indio se ha olvidado de mí y me ha
dejado en la cuneta y cargando con la patata de mi móvil y sus problemas, ahora
tan difíciles de llevar como una pareja que se acaba de divorciar, asi que a últimos
de semana tengo que volver a sacar un hueco para pasarme por la tienda, y poder
entender al señor extranjero que el móvil estará para mañana, que se le había
olvidado de él y que no me preocupe, que no me preocupe…….
Salgo de la tienda todo preocupado y con mas
mala leche si cabe y encima el móvil suena
en su funda como riéndose.
- Pues ahora no te cojo, graciosillo.
Nuevamente riñas matrimoniales, entre el
celular y yo, según llego a casa lo apago y al día siguiente con el nuevo móvil
en la mano, lo cambio.
El señor de la tienda me dijo que no se lo
llevara a Samsung hasta que no me hiciera con este nuevo y yo para mis adentro
( - ¡ Si hombre con las ganas que tengo de deshacerme de este, para no llevarlo hoy mismo ! ). Pero antes de
llevarlo cuando esta Alba cambiando las tarjetitas de sito se da cuenta de que
falta una ranura para la tarjeta de memoria.
- ¿ Como que falta una ranura ?
- Si papa, lo he revisado y no existe tal
ranura.
- ¿ Pero, Alba, tu lo has mirado bien ?
- Si, papa, y si no te lo crees, míralo tú.
Yo como padre listo o súper listo, me pongo a
indagar en el móvil y hasta me rompo una uña, le doy vueltas y más vueltas y no
aparece la ranura por ningún lado.
Nuevamente me acuerdo de la tienda esta vez
del chino. El seguro que sabe de estas cosas, asi que me voy con Alba y Héctor
a la tienda del barrio, para descubrir una sencilla cosa: El móvil no tienen
tarjeta de memoria, porque no le hace falta.
Pues anda que bien, sino le hace falta la
tarjeta de memoria, menos a mí. Asi que ya cabreado con la situación y sin que
los niños se den cuenta de ello, llevo
el móvil al queridísimo servicio Samsung.
- Buenas tardes, Raúl
- ¡ Hombre buenas tardes !
- Aquí lo traigo.
- Ya veo, ya.
- Van a tardar mucho con el arreglo.
- Pues generalmente de 15 a 20 días.
- ¿ No puede ser menos ?
- De mi no depende, pero si dependiera mañana
mismo lo tendría.
- Que se le va a hacer, aquí lo tiene.
Con más dolor y rabia, dejo el móvil al
servicio técnico y aunque no nos llevamos bien, duele mucho desprenderse de un
aparatito que ha estado tan apegado a mi vida y a mi cuerpo y eso que no
funcionaba bien el asqueroso. A ver si después de operarle de las plaquetas,
aparece como nuevo y no sigue dando problemas. Si en fondo esta echo un cachito
de pan tecnológico.
Los niños notan el disgusto y se acercar un
poco más a mí, gracias a ellos es más fácil la despedida.
Cuando llega la noche intento hacerme con el
nuevo móvil, pero me resulta muy difícil y encima me sigue hablando en ingles,
si ya lo decía yo que este señor Indio me la iba a dar con queso. Intento hacer de tripas corazón y aun con la
tristeza de la perdida de mi Samsung Galaxy Ace, me hago el fuerte y una y otra
vez lo intento con el nuevo, y nada, que
no se pone.
Por fin después de muchos intentos, lo suelto
enfadado encima de la cama y salgo de la habitación nuevamente con un enfado
descomunal ( ¿ Como me puede resultar tan difícil la tecnología? ). Cuando paso
por el pasillo, mi niña me mira.
- ¿ Cómo ha ido la cosa papa ?
- Mal cariño, otra vez mal.
- Si quieres te dejo el mío.
- Si es el que te di yo.
- Pues eso, yo te lo devuelvo, si total como
dice el de la tienda, va ha ser solo para 15 o 20 días, y la música la escucho
ya en el ordenador.
- Gracias, mi amor, eres un cielo.
Luego, Toñi no me dice nada, solo me abraza más
fuerte para que el achuchón dure toda la noche.
Y aquí me tenéis ahora con este Nokia del año
catapum chin pun, que encima no tiene el mismo soward que la radio y no se
puede conectar al manos libres de la furgoneta.
Hablando de la radio de la furgoneta, yo creo
que también ella le está echando de menos al móvil, pues llevaban más de dos
años conectándose 20 o 30 veces
diariamente y quieras o no eso forma mucho el cariño. Asi que la radio en acto
de rebeldía ha decidió por si sola dejar de funcionar en uno de sus sistemas, ahora no me lee el pen
drive y solo puedo poner la radio o algún Cd antiguo que tengo por la furgoneta
y del manos libres ni hablamos.
Solo espero que el
disgusto no le dure demasiado y vuelva a funcionar como siempre, sino también me
encontrare con el dilema de llevarla al servicio técnico de la Fiat a ver qué
pasa, Miedo me da.
JOSE PEDRO PORRAS.
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