Oigo golpear en mi cabeza el tic tac del
tiempo
Tiempo junto a ti divertido, tiempo de
crecer y espera.
¿Que
paso de nuestros juegos interminables.?
¿Que quedo de aquellos paseos al lado del
rio?
Ahora pensándolo mejor. Solo, me rio.
Esa risa penetra en mi, y me dejo llevar
presa
Presa de mi propio olvido, tic, tac,
olvido.
Risa, blanca, pétrea, discordante,
distante.
Locura en mi cuerpo, que se deja llevar por
sus ideas.
Comunicador de hojas blancas, que se llenan
solas
Poseedor de posesiones infernales, manchado
folios.
Mientras el silencio a mi espalda, se ríe.
Siento su frio rostro como me sopla detrás de
la oreja
Hace que todos mis pelos re ericen y quiero
dejarlo.
Mas se mete dentro de mí, es perversa su
agudeza.
Tic, tac, golpeo las negras teclas,
zumbidos de mi propia colera.
Dejo escapar la locura, para no sentirme
solo
Me dejo penetrar mis ideas, en estos folios
blancos
Mientras el tiempo pasa, ¡ será tal vez hora
de acostarme ¡.
El querer sentir aún un poco más, sueño me
entra.
Perdí quizás la conciencia, dejándola suelta.
Ahora quiere arrancarme los pelos,
Ahora quiere que deje este folio seco.
Pero si no escribo, donde dejaré los
pensamientos impresos.
En el recuerdo, para luego vivir de lo que
pienso.
Pensar, dejarme llevar, alcanzando el
orgasmo intestinal
Algo que sea tan fuerte, que no me deje
vacio por dentro.
Para así apartar, la soledad de mi cuerpo.
Derribo las barreras que no me dejan
explicar las
Necedades del Mundo, que vuelvo una y otra
vez a descubrir.
Dejándome las heridas del sentido común abiertas
Goleando las teclas, que llevan a no perder
los recuerdos.
Son mis sentimientos, son mis locuras,
Que no me dejan olvidar, el tic, tac, del
tiempo
Que inexorablemente pasa, tic, tac, el
tiempo
Diario, de mis Mundos que no tienen vergüenza
para salir a tu encuentro.
JOSE PEDRO PORRAS.
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