Unidos por un columpio.
Recuerdo cuando era bien niño que mi madre nos llevaba a mi hermano Raúl y a mi hermana Susana a unos columpios que estaban en vallekas enfrente del hipermercado Alcampo.
Se trataba de un parque que tenía una peculiaridad. Un elefante.
¡ Cómo que un elefante !.
Pues sí, un amasijo de hierros por el cual subíamos y bajábamos cuál monitos de feria.
Para nosotros era gigante ( aunque también lo eran las carrozas de los Reyes Magos la primera vez que los vi con mis niños ).
Este parque es conocido por toda vallekas y sobre todo la gente de mi quinta lo recuerda con sumo gusto.
Está mañana mientras esperaba que me atendieran en el Hospital, me aburría muchísimo y me puse a hablar con un matrimonio que estaba sentado al lado
Pues bien ellos también recordaban ese parque y como sus madres les llevaban un día y otro también. Antes no había tantas maquinita y la infancia la dedicábamos a jugar
en la calle con más niños como nosotros.
Subíamos y bajábamos del columpio y hacíamos cola en la parte más alta del elefante para podernos tirar por su trompa en forma de tobogán, luego subíamos corriendo para volvernos a tirar.
Hablando con esta señora que tiene un año más que yo, pude recordar ese momento de mi infancia, lo curioso es que mientras hablábamos, otra señora que nos escuchaba también se había montado allí y después otra señora a mi derecha recordó lo mismo y más aún un chaval que también le acababan de quitar la escayola también recordó que también sus padres le habían llevado allí y eso que él era nacido en 1998.
La desilusión fue el día en que llevé a Alba siendo pequeñita al mismo parque que había jugado yo y aquel elefante ya no estaba.
Yo creo que a mi parecer esté columpio se tenía que haber quedado como recuerdo a la memoria de la infancia vallekana.
Una lástima que no cumpliera con las normas de seguridad, Pero claro está:
¡ Antes no había tantas normas !.
Un saludo para todos los vallekanos
JOSE PEDRO PORRAS
Momento para reírnos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario