08 marzo, 2013

EL PAPA GITANO



Ahora  que hacemos con el papá. (El Papa Gitanooo )
El llanto no cesaba allí dentro, mientras el cuerpo de mi padre se incineraba;  después de tanto tiempo estaba muerto y bien quemado, ya no volvería a dar la lata y por fin podríamos cobrar la herencia y vivir como Dios manda.  El olor a carne quemada inundaba el ambiente y las lágrimas de todos sonaban al unísono.
Silencio .
 Un señor vestido de negro  me agarraba del brazo
 ( !! Que susto Dios mío, que susto !! ).
                                - Señor quién se lleva las cenizas.
- ? Como, que quién se lleva el que ?.
- las cenizas, señor que sí se las lleva.
- ? Quién yo ?
- Bueno, es usted su pariente más cercano y se suele hacer  así.
  No me lo podía creer, el viejo iba a dar por saco aún muerto.
- Bueno pues sí hay que llevárselo se lo lleva uno y ya está. ( ya tendría tiempo para tirarlo por la borda o como alimento para los peces ).
- Ha traído el señor la urna.
- ¡ Que urna ni que na !, sí es la primera noticia que me lo tengo que llevar y además que es eso de la urna.
- Pero hombre señor, no me diga que no lo ha visto nunca.
- Sí, ya caigo. ( creo que lo vi en alguna película ). ¿  Y donde están esas urnas ?,  ¿ no sirve un frasco y ya está?.
- Las urnas las cubre el seguro que tenía su padre, aunque muy barato pero eso sí que lo ponen, no le han informado en el tanatorio.
- La verdad es que no, llegué un poco tarde, me salió una carrera a última hora y claro esta como esta tan flojo el trabajo la tuve que coger.
- Bueno señor, no se preocupe,  confírmelo con su seguro  y  afuera  tiene varias donde elegir.
Después de estar largo rato hablando con los del  seguro hasta que por fin conseguí la urna esa y después  me llamó mi churri y claro está impaciente por que vuelva a casa, otra vez pensando lo mismo que sí me doy a la mala vida que sí tengo que dejar las cartas. ¡  yo sí voy a dejarla a ella nada más que cobre la herencia del viejo ¡.
   Vuelta al tajo.  las urnas donde estarán las urnas.
 Después de investigar las pude encontrar al ladito de los servicios ( ? Cómo no me había dado cuenta antes ? ).
- !!! Joder, Joder, Joder !!!,
( solté en medio del pasillo ),
- ¿ Pero cómo pueden valer unas urnas 300 y 400 euros, ni que fueran chinos,
No me lo podía creer;  bueno en fin sí lo paga el seguro. Y ahora cuál elijo la azul, la roja, la morada, sí total para lo que va ha ser, mismamente la morada, que me recuerda al burdel de la Almu.
Después de pagarlo religiosamente con mi tarjeta y con el esfuerzo de mi frente y sudor, ahí me veis con el frasco entre las manos dispuesto a guardar lo último de mi padre, el futuro alimento de los peces de mi acuario.
- Ya está bien señor.
Me dice el hombre de negro dirigiéndose hacia mí.
- Ya tiene la urna.
- Sí y ni que fuera porcelana china. ? Y mi padre ?
- Su padre, aquí y es que no lo ve.
  Me dan ganas de arrojarme a su cuello, allí se encuentra mi viejo, dentro de una bolsa del Carrefour, que el señor tan amablemente echa en mi tarrito, mientras una maliciosa sonrisa se dibuja en la comisura de su boca. Sin sobrar ni un poquito si quiera ( lo tenía medido el tío ).
Recojo a mi padre y con las mismas le digo:
- me deja la bolsita
- ¿ Para qué ?.
- pues para llevar a mi padre con su vasija, no vaya a ser que se rompa y no se crea mi churri donde me he gastado los 300 euros.

JOSE PEDRO PORRAS  a 26 de Febrero de 2013
Mientras esperaba durante tres horas que me vieran mi mano, pues se me había hinchado de trabajar.





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