09 febrero, 2012

ENTRE TODOS PODEMOS

  En estos momentos tan difíciles que estamos pasando, está surgiendo un movimiento silencioso que no sabría definir, la ayuda y colaboración entre la gente que sabe que el otro lo está pasando mal, no se trata de aplastar al contrario y aprovecharse de la situación sino con nuestra fuerza y voluntad  ayudar al vecino para que todos podamos salir de esta situación.
  Veo por todos los sitios un afán de colaboración, sencillamente vida y querer vivir, a lo mejor entre todos salimos de esto.
  Rara es la familia que no tenga a alguno o algunos de sus miembros que lo esté pasando mal o muy mal, pues esta situación ya lleva varios años pasando, ante la gravedad y la dureza de lo que vemos alrededor, nos humaniza y nos junta a todos en la mismo barco.
  A lo largo de este día han sido tres las ocasiones que me dan pie a escribir esto:

1.     Esta mañana he tenido que ir al mecánico, pues me puse a cambiar las escobillas yo solito y con estas manitas conseguí romper los apliques de los limpias, allí estaba con eso roto y con toda una mañana por delante, fui al mecánico de siempre y sin cobrarme nada me ayudo a cambiarlas, nos dimos una vuelta con la furgo pues le ha salido un ruido y descubrió que era los taco motor, total una avería que cuando la tenga que arreglar serán cerca de 1000 euros, al final me indico que podía seguir adelante,  aun cuando los tacos motor sonaran, ( Mira Pedro no están las cosas muy bien por aquí, y a ti que te aprecio, no te voy hacer gastar esa pasta gansa), estamos para ayudarnos,  sino como vamos a seguir.

2.    En el restaurante que a veces como, cuando tengo tiempo,  la otra semana cuando estaba en el comedor,  este se quedo en silencio ante la presencia inesperada de una mujer indigente negra, que sin decir nada lo dijo todo, fue espectacular el momento de quietud que se hizo en todo el salón, nosotros disfrutando de un menú de 9 euros y allí estaba esa señora que nos hizo bajar los ojos. 
Pues resulta que hoy he podido comer cerca de las 4 de la tarde, y allí estaba de nuevo esa mujer negra, se metió sola en el salón, se puso sola la mesa y vino el dueño del restaurante y la sirvió como una más,
-      Y eso Manolo,
-      A esa señora la invito yo.
No hizo falta más palabras.
3.    Para finalizar este monologo, esta tarde a última hora me llamo un señor el cual llevaba ya tiempo sin pagarme una factura, pues las cosas no le iban bien, aunque vendía y sabia que podía salir de aquello, me pidió más tiempo para pagar la factura, y yo con el corazón en un puño después de haberle escuchado.
-      Como no Fernando, yo se que vas a salir de esta.
-      Sabes una cosa Pedro, la gente de alrededor está respondiendo mejor de lo que esperaba, hasta el dueño de la nave donde estoy me ha dado el tiempo que necesite para dejarlo, llevo todo este mes y necesitare tiempo para hacer la mudanza, aunque siempre ha sido muy tozudo, se ha vuelto humano y me dejado todo este mes la nave gratis para poder organizar mis cosas, tú crees que la gente está cambiando.
-      Pues claro Fernando, si esperamos la solución de los que nos están gobernando, estamos claros, debemos ayudarnos entre todos.

                                                       JOSE PEDRO     9 FEBRERO 2012

Estos casos son totalmente verídicos.

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