Ya llevaba tiempo el navegador callado, no sé lo que había hecho Toñi, pero desde que toco no se que cual botón, la señorita que tan amablemente nos había informado por qué dirección ir, durante estas vacaciones se había callado, había enmudecido y aun tocando tal o cual botón, ella no., guardaba silencio.
Yo miraba el móvil, atentamente, buscaba una solución por la cual la señora se había enfadado conmigo y aunque Toñi ya no estaba con nosotros, ella cabreada guardaba igualmente silencio.
- Mira señora piense una cosa, si en algo la hemos ofendido, ya está bien, no se da cuenta que me voy a pegar un tortazo con la furgoneta, pues si no me habla, no se por donde tengo que tirar, y vuelvo a mirar el móvil en cualquier ocasión para ver si la situación es la correcta.
Yo me pregunto una cosa, como este cacharro sabe en cualquier momento donde me encuentro, da igual que este en la playa, en el pueblo, en un discopub, en la escuela con mis niños. Este móvil, que yo creo que manipulado por el mismísimo diablo, sabe siempre la situación exacta, y es más, sabe siempre como llegar al sitio donde tengo que llegar.
Aunque el mío, callada, como siempre.
Hubo un momento de la vida parlante de este navegador cuando convivieron hasta dos señoritas dentro, una se pisaba la voz a la otra y yo creo que también desde ese momento de disputa, alguna u otra izo algo que disgusto a la otra y a mí que me den, me dejaron más solo que la una, EN SILENCIO.
Pero he aquí que esta tarde, perdido entre las calles de Alcalá de Henares, a eso de las 18:30 , enciendo el móvil, mirando nuevamente al cielo, para ver si veo al ser que me mira para saber donde estoy. Cuando se me enciende la bombilla, es mas veo el resplandor en la noche y lo sigo.
- No será el bluetud, lo que hace callar a mi dama del móvil.
Efectivamente, deslizo el dedo por la pantalla, desconecto el bluetud, y con esa voz tan femenina, dulce y trasparente (aunque un poco tímida ella) , me mira, me indica cómo llegar al cliente. Toda una adoración la señora, para la que tanto tiempo estuvo en silencio.
BASADA EN UNA HISTORIA REAL. JOSE PEDRO.
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