14 enero, 2014

TIEMPO PARA JUGAR



  Llegaron los Reyes Magos y trajeron un montón de regalos, en unas casas mas y en otras casas menos, pero estoy seguro que en todos los hogares había algún regalo al levantarse esos pequeñines que tanto jaleo dan y poder verles sus caras de felicidad valía la pena.
  En nuestra casa este año trajeron lo justo, pues nos hemos dado cuenta de una cosa, que no por mucho desenvolver regalos se es más feliz, asi que Toñi y yo estuvimos hablando con los Reyes Magos y decidimos que en vez de muchos regalitos, nos trajeran algunos y sobre todo para poder jugar con ellos.
  Como siempre he pensado la fiesta de los Reyes Magos, está mal puesta, pues después que nuestros niños reciban los regalos, solo nos queda un día para poder jugar con ellos.
  Yo creo que se deberían de cambiar los sitios. Me explico:
  El gordo barrigón que viene el 24 de Diciembre , debería de cambiar la posición con los jinetes de la poca leche, y asi tendríamos más tiempo para jugar con los críos, la verdad que estos Americanos lo saben hacer muy bien y se han cogido las mejores fechas. Desde aquí reivindico un cambio inmediato.

  Pues bien, como iba diciendo los niños recibieron sus regalos y casi no nos dio tiempo a jugar con lo que habían traído, asi que decidimos posponer las partidas sucesivas para el siguiente fin de semana.
  Llego el momento de volver a jugar y a que no sabéis que hizo nuestro Héctor, pues sencillamente jugar con otra cosa. Resulta que este trimestre le toca el trabajo de los castillos y le había sacado unas laminas de cartulina para hacer unos castillos. Pues bien, mi niño, ni corto ni perezoso decidió sacar las laminas y buscar las tijeras y el pegamento y lo más importante de todo.
  Yo decidí pasar el tiempo con él, jugando a lo que le diera la gana, da igual si fuera un recortable, que otra cosa que él quisiera, lo importante y que no le damos casi nada de valor es eso.
  Tiempo para jugar.


                  JOSE PEDRO PORRAS.

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