Soy un Carroñero.
El otro día sostuve
una conversación bastante animada en mi trabajo, la cual me llego a la
conclusión de que en el fondo, Yo, soy un carroñero.
Paso a explicaros más
o menos lo que pasó:
Resulta que en este Mundo que nos toca vivir,
hay alimañas que se dedican a robar niños de países marginados para vender sus órganos
al mejor postor.
Nadie hace nada, es algo que se sabe pero al
final las personas salen libres de estos delitos, para volver a conseguir más órganos
para las personas que los necesitan y pueden pagarlos.
La manera de conseguirlos sencillamente da
igual, pues todos estamos delante de este ordenador, e indagando seguro que
podemos lograrlo, solo es cuestión de necesidad.
Eso es lo más importante de este pequeño artículo,
la necesidad, la impotencia ante el final, y como atraves de este negocio,
podemos saltarnos esta pequeña etapa y conseguir más tiempo para acabar como
todo hijo de vecino, en la tumba. ( Acaso nos íbamos a librar ).
Yo pienso una cosa, cuando tenemos en nuestra
mano la posibilidad de adquirir estos órganos y asi salvar nuestras vidas o de
las personas que tenemos a nuestro lado. ¿ No lo haríamos ?. Creo que en esos
momentos tan difíciles, cierras los ojos y si tienes que consumir, pues
consumes ( siempre que puedas ), después puedes tener los remordimientos de
conciencia que quieras, o pensar en los pobres niños que gracias a tu costa han
tenido que sacrificar, pero en el fondo como Auténticos Carroñeros, necesitamos
sobrevivir y si tenemos que devorar, devoramos.
Quien no daría todo lo que tiene, por si
mismo, o por la persona que mas quiere, mujer, hijos, madre, padre, todo es
cuestión de prioridades.
Es un pensamiento doloroso, pero es la vida
misma la que nos pone a prueba y decidimos porque camino debemos seguir, asi
que si me dieran a elegir entre vivir, o rendirme a los pies de esos energúmenos
que sacrifican niños, yo sencillamente me declaro.
Carroñero.
JOSE PEDRO PORRAS.
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