28 febrero, 2013

PEQUEÑA HISTORIA ANTICAPITALISTA



 Por fin vino Dios al Mundo, el cual hace tiempo llevaba olvidado.
 los que me conocen seguramente se estarán sonriendo, pero sino de qué manera se puede explicar lo sucedido las últimas semanas, hechos y desgracias según se miren y según a las personas que les fue sucediendo.
  Todo empezó el día que un autobusero se divorcio, las neuronas se le revinieron y poco a poco se fue encerrando en sí mismo y dejando el mundo exterior, tanto se refugió en si mismo que empezó a tener alucinaciones, y en una de ellas, después de una sonrisa diabólica encontró la solución.
-      Eureka, por fin tengo la fórmula mágica.
  Este autobusero, os preguntareis que formula habría encontrado, pues nada más ni nada menos que la formula que originariamente trajo su tatarabuelo de las indias precolombinas, más o menos cuando empezó a aparecer el dinero de papel sobre la faz de la Tierra.
  Su tatarabuelo, también había encontrado la fórmula mágica, un terrible virus que era agresivo con la manipulación del dinero, convirtiendo a las personas que lo tocaban en pequeños cochinillos de indias, este virus mutante empezaba atacando las narices de las personas, y poco a poco iban transformándolas según estos manipulaban mas y mas dinero.
  Nuestro autobusero, se frotaba las manos y se reía una y otra vez, mientras pensaba en la cantidad de cerdos que iban a ver por el Mundo.
  Impregno el primer billete con su fórmula mágica y con unos guantes lo junto a otros los cuales iba a pasar en mano a su afortunada ex esposa, que tanto y tanto le gustaba el dinero.
  El billete entro en circulación y aunque la gente no se iba dando cuenta, poco a poco se produjo una gran pandemia en todo el mundo, afectando claro esta a los que más tenían.
  La violencia de este virus, se fue propagando de billete a billete y de persona a persona, hubo gente que se iba dando cuenta de que las personas que les rodeaban, iban cambiando de la noche al día y claro esta los que más billetes tenían se transformaron irremediablemente, pues su avaricia era tal que no podían dejar  en ningún momento de tocar y masajear sus queridos billetes.
  Cuando las autoridades pertinentes se dieron cuenta de la situación ya fue demasiado tarde y hoy en día, hay multitud de cerdos por la calle, mientras los que no tenemos ni un duro los guardamos en la granja y cuando necesitamos comer comemos ( claro esta carne de cerdo ), a partir de entonces la moneda dejo de funcionar y volvió el truque de toda la vida.
 A nuestro autobusero le hicieron una estatua y cada dia les damos las gracias por su formula mágica.

  Por eso dije que afortunadamente vino Dios y se llevo lo que más odio en el mundo y tanto deshumaniza esta sociedad, el dinero.

  JOSE PEDRO PORRAS a 28 de febrero de 2013

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