04 febrero, 2013

OS REGALO ESTE CUENTO INFANTIL

                                Capitulo 1
 Susanita corría como una loca por el pasillo.
-      ¡¡¡ se me ha caído un colmillo, se me ha caído un colmillo ¡!!-
  Repetía, una y otra vez, y enseñándolo a toda la familia, con su huequecito abierto y su triunfo en la mano, saltaba, brincaba y daba hasta volteretas.
-      Esta noche viene, esta noche viene el Ratoncito Pérez.
-      Tranquila Susanita, tranquila, que seguro que viene.
  Al momento se acerco su hermano mayor ( todos pensábamos que lo iba a estropear, pero esta vez Diego colaboró ).
-      Por donde va a subir, Susanita, por tu cama o por la mía.
-      Será magia, lo sé, será magia ( y le dio a su hermano un apretón, que no pudo esquivar esta vez ).
  Las cosas se fueron suavizando durante la mañana, pero Susanita que es bastante testaruda, y con el hueco del diente desaparecido en la encía, sonreía, mientras con sus pequeñas manos, enfrente del espejo, movía una y otra vez ( ¿ A que no sabéis que ¿ ), el otro colmillo.
  Ella había observado, que también este se movía algo y dentro de su pequeña cabecita, se dijo, si empiezo por la mañana y sigo hasta por la tarde seguro que sale, y en vez de traer una monedita seguro que trae una cosa más grande y dejando volar su imaginación ( que tenía mucha ), se fue moviendo el diente, durante todo el día.
-      ¡¡¡¡ Mama, mama, otro. ¡!!!
-      ¿ Como que otro, mi niña, como que otro ?.
-      Si mama, toma otro diente, ponlo junto al de esta mañana que esta noche va a tener trabajo el Ratoncito Pérez.
  La madre nuevamente sorprendida no se lo podia creer, y después de limpiar el diente debajo del grifo, lo seco y lo dejo preparado para guardarlo debajo de la almohada, cuando Susanita se fuera a acostar.

                                              Capitulo 2
  Esta noche a nuestra niña le salió lógicamente el sueño más rápidamente, y con unos bostezos tremendos, decidió acostarse y con ella Diego, pues he de contaros que esta familia era más bien apañada y solo tenían dos habitaciones una para los papas y otra para los niños, un poco pequeña, pero como decía su papa. (- para dormir vale ¿ No ? )
  La manera de dormir no era la misma pues un mes Diego, le tocaba en la litera de  abajo y Susanita en la de arriba, y asi sucesivamente ( Para que no discutieran claro está ).
  Esta noche a Susanita, le tocaba arriba, asi que el Ratoncito Pérez tendría que hacer malabarismos para poder llegar tan lejos.
-      No se mama, como lo va a hacer, aquí arriba le va a costar mucho trabajo, me podría Diego cambiar la cama esta noche.
-      No te preocupes Susanita que seguro que llega, aunque no sé como
-      Con magia, mama, con magia
-      A lo mejor trae un ayudante ( Dice Diego desde abajo )
-      ¡¡¡ Ah, sí un ayudante ¡!!, claro está, que para eso tiene dos diamantes debajo de la cama, será tan, tan grande el regalo que seguro que no puede con ello y habrá traído alguna ayudante de España, pues vi en la peli, que tenia ayudantes por todo el mundo. ¿ Que será mama ? y lo mejor de todo ¿ Como lo hará ?.
-      ( Su hermano desde abajo y aunque sorprendentemente, colaborando en todo momento respondió ), con unas poleas, empezara a tirar del regalo y subiendo y subiendo seguro que llega, pero no te preocupes Susanita que yo estaré pendiente de todo lo que pueda desde mi puesto.

A nuestra Susanita, se le cerraban cada vez más los ojitos, y después de darle el beso de buenas  noche  a papa  y mama, Se durmió.
-      ¡ Mama !, llamó Diego por lo bajinis, ¿ Vendrá esta noche el Ratoncito verdad ?
-      No lo sé Diego, están las cosas tan difíciles últimamente, que no lo sé.
  Se durmió Diego, con la preocupación en su tripita, esperando que esta noche viniera por favor el Ratoncito Pérez, pues a su hermana le haría tanta ilusión.

                        Capitulo 3.

Durante todo este tiempo, Ratoncito Pérez, había estado escuchando por un agujerito que nadie de la casa, había notado que existía, ese huequecito que se queda entre el final de la puerta y el principio de la pared, y como por arte de magia y en medio de la noche apareció nuestro ratoncito, acompañado claro está de su ayudante Lucy.
  Aunque llevaban muchos años haciendo este oficio para ellos no había ninguna dificultad, estaban dotados de una mirada especial como los búhos y podían ver por la noche sin ser vistos, pues si llevaran una linterna en algún momento les podrían descubrir, pero el problema radicaba que a nuestra niña se le había caído dos dientes y eso no pasaba generalmente y menos dos colmillos, asi que el regalo pesaba tanto como los diamantes que se iban a llevar.
 En un primer momento no sabían que les tocaba regalar, asi que cogieron cualquier cosa, pero he aquí que Diego se levanto a hacer pis, y casi les pillan, salieron pitando escondiéndose debajo de la cama, y con el corazón en un puño, sin respirar, poniendo todos sus sentidos en semejante operación.
  Cuando Diego, se levanto al baño, decía entre dientes, (- Ojala que existiera el Ratoncito Pérez y le trajera a mi hermana la calculadora que tanto quiere.), magia lo que hace falta es un poco de magia.
  Pues claro esta como por arte de magia, nuestro Ratoncito cambio el regalo de Susanita e hizo aparecer entre sus manos esa calculadora que había dicho su hermano en alto.
  Y allí se encontraban Lucy y Ratoncito Pérez, debajo de la cama con eso en las manos que por cierto pesaba mucho, asi que decidieron llevarla entre los dos.
  Una vez que se hubo acostado Diego, siguieron con la operación.
-      Uno, dos, uno, dos, sobre todo coordinación Lucy, acuérdate.
-      Si jefe, si no se preocupe, uno, dos, uno, dos.
  Se quedaron sorprendidos pues nuestro Diego había situado el camión de bomberos justo debajo de la cama con el puente grúa estirado lo máximo que se podia, para facilitarles en lo posible la subida hasta la cama de su hermana, ellos aprovecharon la ocasión y se subieron por ahí, sin darse cuenta de que estaba encendido y se pusieron a brillar las luces.
  Otra vez Ratoncito tuvo que hacer un poco de magia y apagarlas antes de que los niños se pudieran despertar y allí llevaban eso tan pesado y que les resultaba tan difícil de subir.
  Cuando hubieron terminado de subir por el puente grúa, se quedaron pasmados de que Susanita había dejado el lazo de su pelo atado a la cama.
  El Ratoncito que ya tenía mucha experiencia en esto,  según iba subiendo lo anudaba  para ayudar a Lucy y entre los dos llevar el regalo debajo de la cama.
  Por fin estaban allí habían conseguido su objetivo y con sumo cuidado dejaron la preciada calculadora debajo de la almohada llevándose a su vez esos colmillos, que guardaron en la mochila, junto a mas dientecitos que habían juntado esa misma noche.
 Y también como por arte de magia, desaparecieron.

                                Capitulo 4

A la mañana siguiente los gritos de Susanita se escucharon hasta en el piso de abajo.
A primera hora de la mañana, metió la mano debajo de la almohada y allí estaba, justo lo que había deseado, y llevaba tanto tiempo pidiéndoselo a sus padres, una calculadora científica de color azul.
-      ¡¡¡ Mama, mama, !!!!, que Ratoncito Pérez, ha venido. ¡¡¡ Mama, mama, que ha venido de verdad y mira lo que me ha traído.
  Su hermano, con la boca abierta de par en par, no se lo podia creer, justo lo que había pedido, le habían traído. Miro por debajo de la cama, y no vio a nadie, ( a buenas horas mangas verdes ). Miro el camión  y allí estaba, aunque alguien había apagado las luces, y después sonrió. Abrazo a su hermana y este le abrazo a él, su madre desde lejos les vio a los dos y sin saber por qué una lagrima le cayó.
  Desde un lugar muy, muy lejano alguien pudo observar esta escena, no me preguntéis como,  (  será por arte de magia ), y a su vez sonrió, sintiéndose,  él , orgulloso y feliz.

   JOSE PEDRO PORRAS, dedicado a mis niños Hector y Alba,
Gracias por hacerme creer con vosotros, y poder seguir teniendo  la imaginación de un niño.

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