Dio la casualidad que el viernes me encontrara en la parroquia de San Andrés, no sé si la conoceréis, pero arquitectónicamente es preciosa, vaya altares, vaya cúpula, jolines con los cuadros, y las señoras orando, con que pasión y devoción lo hacen, así estarán indudablemente más cerca del cielo, cuando afortunadamente se mueran, y sus yernos y nueras vivan en paz.
Encontrándome yo en estos momentos de Paz y contemplación con Dios, también se encontraban el tapicero, el cual estaba arreglando el altar, y el monaguillo que estaba ocupando el sitio del Párroco, Don…, en una silla increíble que izaba su cúpula hacia el mismo cielo, allí estaba el monaguillo recostado en la silla celestial, con los brazos en jarras, y riéndose junto a tapicero de no sé qué cosa.
Yo creo que si lo estuviera viendo Dios, estaría contento que esta persona, estuviera ocupando este sitio, pues quien no estará más cerca del pueblo que una persona del pueblo, acaso Jesucristo no se dirigía al pueblo, siendo parte del mismo pueblo.
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