En la soledad de mi cuarto aun te creo recordar
Deambulan por mi cabeza antiguos pensamientos
Mas el silencio de aquella noche, lo es todo
ahora.
Me ahoga la nostalgia, se recrean los instintos
En lo más hondo de mi alma, vuelvo a romperme
Cristalitos esparcidos por nuestra cama
Que aún no he conseguido limpiar
Que cada noche que no estás conmigo
Me despiertan alterada y gimo, grito, lloró.
En silencio vuelvo a ser una niña pequeña
Que en tus brazos ha crecido.
Mas el tiempo se fue adueñando de mi cuerpo
Y aquella piel tersa, en la que tantas veces
navegaste
Se fue arrugando y con él, el deseo de amarte.
Cuantas noches me suplicaste que te quisiera
Cuantas noches, cerré la puerta al deseo.
Cuantas noches me deje violar tendida solo para
ti.
Egoísta el tiempo, egoísta tu por querer joderme
Egoísta mi cuerpo que se cerró,
Crueldad irremediable.
¡ Te fuistes !, o te deje marchar
Solo sé que esta desesperación de no tenerte,
ahoga.
Solo sé que cada noche me cuesta más reconciliar
el sueño
Solo sé que la vida sin ti no tiene sentido.
Solo sé que estas paredes cada día se hacen más
pequeñas.
Solo sé que los cristales se me clavan como
dagas.
Solo sé que me desangro, y por fin vuelvo a
dormir.
Cerraré mis ojos, para que en este último suspiro
Vuelva a verte y a sentirte abrazándome.
Brotó de tus labios un te quiero, sincero
Ahora te veo y rió al verte.
Escuecen estas heridas cristalinas.
Amargan esta sangre por ti vertida.
Silencio, mi cuerpo queda en silencio
Mientras tus fríos dedos cierran mis ojos.
¿ Volveré a verte algún día ?,
Aunque ya muerta, eso no importe.
JOSE PEDRO PORRAS
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