El arbolito, el nacimiento, las bolitas, la ilusión de tu
niño que te pregunta todos los días cuando vienen los Reyes Magos y por fin los
alegres villancicos que nos repiten una y otra vez, que ha nacido el Niño Dios.
- ¿ Papa, y ese niño quién es ?.
- Pregúntaselo a tu madre, que ella entiende mas de esas cosas.
- ¿ Y tú, no papa ?.
- Héctor, la ilusión, todo es cuestión de ilusión.
- Seguimos con el arbolito.
- claro nosotros mejor las luces y las bolas.
La verdad es que la Navidad y estas cosas son una auténtica chorrada, pero los niños no tienen la culpa de nuestra desilusión ante el sistema y aun menos la crisis y todo lo que en estos momentos nos rodea, ellos deben de seguir con la ilusión y nosotros mismos siendo las personas donde se reflejan darle lo mejor de lo que sentimos.
Vuelvo otra noche a ir a casa de mis padres, y otra vez veo la cara cansada de mi padre que lo ha dado todo por nosotros y me volveré a sentar a su lado para que me ponga ese vinillo tan rico, nos podremos a hablar de las cosas de siempre, mientras los niños empiezan a ponerse nervioso pues viene Papa Noel y mi Madre se volverá a ponerse intranquila para ver si su esfuerzo se ve en sus caritas reflejada y la ilusión de una nueva Navidad se mezclara con toda la familia y sin darnos cuenta volveremos a dar nuevamente vuelta al reloj de la vida, de la familia unida, de tener un por que para volver a juntarnos otro nuevo año.
Mi padre se volverá a quedar dormido y volveré a despertarlo pues no hemos cantado los villancicos, mi padre se reirá un rato mientras nos pone de nuevo de beber y junto a mis hermanos y en una mesa cantaremos una y otra vez ( " pero mira como beben los peces en el río ").
La mesa se nos quedará pequeña pues habrá más corazoncitos que rodean a los nuestros y nosotros los nuevos padres seremos los que con nuestras emociones contagiemos a nuestros hijos, los cuales al final, vuelvan a ser quien tire de nuestra ilusión el día de Navidad.
Lo fácil que parecen las cosas, cuando ponemos lo mejor de nosotros aunque no tengamos ganas. ¿ Verdad ?.
- ¿ Papa, y ese niño quién es ?.
- Pregúntaselo a tu madre, que ella entiende mas de esas cosas.
- ¿ Y tú, no papa ?.
- Héctor, la ilusión, todo es cuestión de ilusión.
- Seguimos con el arbolito.
- claro nosotros mejor las luces y las bolas.
La verdad es que la Navidad y estas cosas son una auténtica chorrada, pero los niños no tienen la culpa de nuestra desilusión ante el sistema y aun menos la crisis y todo lo que en estos momentos nos rodea, ellos deben de seguir con la ilusión y nosotros mismos siendo las personas donde se reflejan darle lo mejor de lo que sentimos.
Vuelvo otra noche a ir a casa de mis padres, y otra vez veo la cara cansada de mi padre que lo ha dado todo por nosotros y me volveré a sentar a su lado para que me ponga ese vinillo tan rico, nos podremos a hablar de las cosas de siempre, mientras los niños empiezan a ponerse nervioso pues viene Papa Noel y mi Madre se volverá a ponerse intranquila para ver si su esfuerzo se ve en sus caritas reflejada y la ilusión de una nueva Navidad se mezclara con toda la familia y sin darnos cuenta volveremos a dar nuevamente vuelta al reloj de la vida, de la familia unida, de tener un por que para volver a juntarnos otro nuevo año.
Mi padre se volverá a quedar dormido y volveré a despertarlo pues no hemos cantado los villancicos, mi padre se reirá un rato mientras nos pone de nuevo de beber y junto a mis hermanos y en una mesa cantaremos una y otra vez ( " pero mira como beben los peces en el río ").
La mesa se nos quedará pequeña pues habrá más corazoncitos que rodean a los nuestros y nosotros los nuevos padres seremos los que con nuestras emociones contagiemos a nuestros hijos, los cuales al final, vuelvan a ser quien tire de nuestra ilusión el día de Navidad.
Lo fácil que parecen las cosas, cuando ponemos lo mejor de nosotros aunque no tengamos ganas. ¿ Verdad ?.
JOSE PEDRO PORRAS.
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