Recuerdo que fui yo mismo el cual les compre la wii, la Toñi, me dijo que no era buena idea, aunque no sabía la repercusión que iba a tener.
Vuelvo, yo cansado de trabajar, cuando me estoy cambiando pasa la amiguita de mi niña con cara sonriente, donde iba, os preguntabais, pues nada más y nada menos que a jugar a la wii, con mi niña.
Un frio intenso recorrió mi cuerpo, y la cara de perro se me notaba antes de llegar a la cocina, nuevamente iba a ser sustituido por esa máquina infernal, y los sentimientos que les iba a expresar a través de la lectura se iban a esfumar durante una partida de bolos o de tenis, eso sí para dos, si hubiera sido para cuatro había cambiado la cosa, pero no la niña no se había traído su mando y encima de no poder leer el cuento tampoco podía jugar con ellas.
Muy disgustado me puse con el ordenador a intentar escribir alguna cosa, pues hace tiempo tenía un poema en la cabeza, cuando mi niño insistentemente me dice que quiere ver su blog, el de su cole, con otra estúpida canción en ingles, ( en ingles, en ingles, en ingles), yo con los ojos en blanco me cojo las rodillas, las apretó con fuerza y como no vamos a ver tu video cariño ( sale de mi boca).
El niño se pone muy contento y me enseña en ingles una y otra vez como sabe cantar aquella canción y encima me pregunta si yo la conozco, (hombre como para no conocerla si la he escuchado más de cuatro veces),.
Cuando ya parece que el tormento se ha retirado y enciendo mi correo con la intención de reírme un rato, escucho a mi espalda la cariñosa voz de mi mujer, ya esta echa la cena, la cual como nadie de la casa la hace caso va subiendo la voz hasta el momento en que se escucha una voz gutural que grita - HE DICHO QUE HA CENAR.
Se apagan todas las maquinitas, y el silencio reina otra vez en casa.
Pues sabes una cosa, que esta noche no voy a contar ningún cuento. ALA
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