28 octubre, 2015

EN SILENCIO ANTE HECTOR





Los niños te ayudan muchísimo a crecer como "Personas", en ellos está la clave para hacernos cada día más humanos, pero dada la sociedad tan de consumo, llenas de tantas prisas y ruidos. No nos es tiempo a pararnos y poder escucharlos, sentirlos y avanzar con ellos.
  Es triste el futuro que les estamos dejando y una parada en seco dentro de nuestro egocentrismo, no sé si sería suficiente.
  Ahora en Talavera, estamos preparando la huerta de invierno y me resulta muy extraño responder a Héctor por qué no nos podemos quedar un poco más en nuestra tierra, y tenemos que volver a Madrid.
  Hasta el entiende que no es razonable la vida que vivimos (para nada es una ideología, ni esas cosas raras).
  - ¿No somos más felices aquí Papá?

  El silencio invade la posible respuesta y efectivamente, Súper Héctor tiene razón, somos más felices Toñi, Alba y yo mismo cultivando la tierra y disfrutando cada atardecer y cada amanecer.
  Es muy raro el cuerpo que se me queda después de contestar a Héctor y decirle que es lo que hay y nuestra vida tiene que continuar en Madrid.
             - ¡Papá, pero si en Madrid huele mal!
             - Ya, pero es lo que hay.

  Absurdo, me siento totalmente absurdo, con esa respuesta, sabiendo que la rueda de la vida no debería para nada seguir de la manera que lo conocemos y hasta un niño "especial de 9 años ", se da cuenta.
             - ¿Porque Papá?

             Un beso Héctor y Alba.


José Pedro Porras Cano.


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