02 julio, 2014

PERSIGUIENDO A LA LUNA

El caracol Kirico

El caracol Kirico era muy chiquito
El caracol Kirico andaba solito
El caracol Kirico estiró un cuernito
Y después empezó a andar un poquito

El caracol Kirico miro despacito
Subió su cuello hasta tocar la Luna
abrió su boca para morderla un trocito
¡ Ay no puedo !, lloraba el pobre Kirico

Arrastrando su casita estaba el pobre caracolito
Muy pegadito al suelo. El odiaba las alturas.
Se le acercó Tusa la oruga. ¿ Qué te pasa caracolito ?
¿ Porque lloras y gimoteas ?, ¡ Miralo que cara de pena !.

Lloro, porque tengo hambre y solo verde es mi cura.
Acelgas, Espinacas y alguna lechuga.
Kirico, Kirico, ( le dijo Tusa la oruga )
¿ Que quieres comer si no tienes ninguna muela dura ?

Acaso tu las tienes como las tortugas.
Yo tengo pelos y patas y alguna verruga.
Pero dientes ¡ No !. Yo también como verdura.
Desde pequeñin la comí y ya ves mi figura.

- Tusa, querida oruga,
 yo quiero comer aquella que está en el cielo
Aquella que con su luz me alumbra
Se que si ando hacia ella, algún dia parará,
De eso no tengo duda.

Y ahí se quedó Tusa la oruga con cara de verdura
Y Kirico el caracol siguió cada noche persiguiendo a su Luna
Según pasaban los dias la fue viendo mas chiquita
- ¡ Alguien la estará mordiendo !, ¿ En que árbol parará La Luna ?.

Siguió su camino Kirico el caracolito.
Siguió creciendo, aunque solo comía verdura.
Pero nunca abandonó la esperanza
De quizás un día comerse a su Luna.

José Pedro Porras Cano.

Pd: siempre habrá algún caracolillo que aunque sepa que Su Luna no se pueda comer, la siga y la persiga para ver si Ella se fija en Él.
Saludos Luna.

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