22 enero, 2015

PERDIENDO LA CABEZA




Si me limitara a recordarte
Ya no sería yo.
Si al sentirme vacío no te viera
Perdería toda la razón.
Si en estos momentos difíciles no estuvieras
Agarrándome con fuerza mi mano
Apretándome la razón para que no la pierda
Sujetándome la lengua para poder seguir viviendo
Persiguiéndome en sueños para no quedarme en ellos.
Dándome aliento cuando más los necesito.

Cuando todo parece perdido
Sin encontrar una razón para seguir.
Cuando esos que llamamos amigos
Nos hacen daño una y otra vez.

Cerramos los ojos, nos dejamos llevar.
Pero en lo más hondo de mi desesperación
De la degradación como persona.
Te vuelvo a encontrar.
Vuelvo a hallar tu mano tendida.

Veo tu rostro, tu sonrisa.
Te pregunto una y otra vez las cosas que no entiendo.
¿Por qué me hacen daño, si yo ningún mal hago?
¿Porque de las envidias de la gente?
Que no me dejan vivir tranquilo.
¿Qué mal habré hecho yo por ser como soy?
Tantas cosas, que se agarrotan en mi cabeza.
Toda una vida por delante, con tan solo 43 años.

Estupidez de la gente que me rodea,
Que no ven más allá de sus narices.
Vil dinero que amarga sus vidas.
Esos que se crees amigos (Necio yo al creerlo)
Esos que nada más te das la vuelta, te clavan dagas envenenadas.
Esos que me hacen perder la poca razón que me queda.

Tanto me dijeron “Tonto”,
Que a mis 43 tacos,
Voy a pensar que verdaderamente lo soy.

Me cierro sobre mí mismo y sin querer ver a nada ni a nadie.
En lo más hondo de mi cabeza, vuelvo a verte.
Abuelo.
Agarrándome para que no me caiga.
Sujetándome la sin razón para que no la pierda.
Diciéndome “- Adelante.”.
Tú sonríes y me dejo llevar por tu sonrisa.

Duele tanto esta vida Abuelo.
-      “Si, pero es la que hay”.
Duele tanto que te hagan daño las personas que quieres.
-      “Si, pero cada persona tiene un final”.
Porque tengo que seguir adelante. Me canso tanto de esta sociedad.
-      “Fácil, José. Tienes dos niños”.
Te quiero.
-      “Y yo a ti también”.
Dame tu mano y agárrame fuerte.

Después un silencio en mi mente, mientras se desdibuja tu sonrisa.

Te quiero, Abuelo.

22-ene-15

José Pedro Porras.




No hay comentarios:

Publicar un comentario