04 enero, 2015

ATRAPADO

 Arañas descolgando la mañana
Tersas, delicadas y coordinadas.
Amaneceres llenos de destellos fulgurantes.
Gotas tibias, bebedoras de momentos.

Deseosas de esqueletos nuevos.
Escondidas agazapadas, como dormidas.
Dejandose llevar por las brisas vespertinas.
Enmudecen y callan.

Miles de ojos secos, me miran y destellean.
Respiro y reboloteo.
Me dejo cautivar por esos ojos con agujeros.
Perdida en la mañana. Me enredo.

Tiemblan mis frágiles patitas, recubiertas de seda.
Respiro la ultima bocanada de aire fresco.
Me adormecen envenenado en su veneno.
Duermo y muero.

José Pedro Porras.



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