02 abril, 2013

SEMANA SANTA 2013




Nuevamente esta Semana Santa, ha salido el tema de las procesiones y otra vez nuestro Héctor, ha dado en el clavo de tal conversación.
Por un lado está la posición de Toñi, católica, apostólica y románica.
Y por el otro lado está la mía, especial como la vida misma.
Después de que Toñi, nos contara las indosincrancias de lo indefendible, suelta Héctor esta pregunta:
-      ¿ Como subió Jesús al cielo, mama ?
-      Pues no lo sé cariño. Tendrás que preguntárselo a los abuelos a ver si ellos lo saben.
-      ¿ Pero mama, tú no sabes cómo subió al Cielo ?
  El silencio se hizo en la mesa, y nuevamente nuestro Héctor, con la inocencia de sus casi siete años, había podido con esta pantomima. Pero mi reflexión durante este tiempo había sido otra y me lleva dando vuelta en mi cabeza desde entonces.
  Si nos quitamos a los Dioses y no tenemos un porque después de esta vida, si nuestro interior está tan cubierto de todo, y sencillamente apretando un botón tenemos las respuesta a lo que buscamos y la soledad ya no es tal, pues gracias a tantos foros y maneras de relacionarse desde tu casa, sin abrir la puerta a mas sensaciones, nos es suficiente, ¿ Qué nos queda una vez que no nos hace falta tanta espiritualidad ?.
  La nueva sociedad que estamos creando, falta de cualquier búsqueda de un porqué, y autosuficiente en sus mas allá, sencillamente nos llevara a la destrucción de tantos valores, tanto positivos como negativos, que será una sociedad muy tecnificada pero vacía a la vez.
  No se me había ocurrido que la falta de discusión ( Por ejemplo entre Toñi y yo ), creara tal vacio.
Como dice Nietzsche, ( Dios ha muerto ).
Este articulo que pongo lo he cogido de un colaborador. Gracias.
 Este panorama que empalidece la imagen del cristianismo debe hacer que el hombre con voluntad se aleje de lo religioso, así como, por el afán y el ritmo cotidiano lo hará el hombre corriente; pero como sea, en la transmutación de los valores propuesta en Más Allá del Bien y del Mal, dios ya no tiene espacio. ¿Para qué sirve lo religioso, entonces? Dice Nietzsche lo que viene: para los hombres fuertes e independientes, “la religión es un medio más para vencer y dominar las resistencias”; para el hombre de origen noble, pero de vida contemplativa, la religión reserva un espacio de calma y purificación; para los súbditos, les da “la ocasión de prepararse para dominar y mandar algún día”; finalmente, para “los hombres ordinarios, es decir, el mayor número”, la religión “les proporciona un inapreciable contento, les hace aceptar su situación, les proporciona la felicidad y la paz del corazón, ennoblece su servidumbre, les hace amar a sus semejantes”.

Acaso sea la religión el punto que con más rigor ataca Nietzsche, pues es el que, en su opinión, ha contribuido más al envilecimiento de lo que, de otra forma, sería la pura vitalidad del hombre. Porque el cristianismo ha convertido todo lo soberano, dominador y libre, en remordimiento de conciencia, culpa y pecado. Esos valores que son producto de una imposición metafísica, de la poca confianza del hombre en él mismo, es una de las muestras de su inmadurez; el hombre que todavía siente miedo ante los juicios y las condenas morales con los que amenazan los religiosos a los creyentes.”


Y al final yo me vuelvo a preguntar:
Después de la negación de Dios,
                                                    ¿ Qué ?

                                      JOSE PEDRO PORRAS

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