DEDICADO PARA MI NIÑA.
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Empujado hacia las rocas de tus besos
Despojado de cualquier camino
Cegado hacia la locura de tenerte
Impulsado hacia el increíble momento de poseerte
Pienso, empujo, locura de mil reflejos de tus besos
Sobre la infinita superficie del mar.
Melancólicos susurros de enamorados
Que alzan su mirada hacia el firmamento
Sucumbidos por el palpitar de las olas,
Una y otra vez,
como poseídos,
dejándose así, llevar.
Abrasan tus besos amoratados
Bajo el deseo de volverte a amar
Barca noctambula, locura diurna
Mientras golpeas, mi cadera una y otra vez.
Poseído, de tanto placer, me dejo llevar.
A la vez que tus deseos, piden más.
Siempre piden más.
Olas que vienen, deseos que van.
Perdido en el mar de tu cuerpo.
Sucumbo, me dejo guiar,
Y Tú, con una fuerte ola.
Encantada de gozar.
Perdidos en el mar de los placeres
No queriendo nunca desembarcar,
Mientras nuestros cuerpos, jadeantes.
Se ciernen uno sobre el otro. ¡ Más !
Blanca espuma del mar, nocturna.
Siento la fría brisa pasar.
Dejándola, la tuya marchar.
Pies descalzos sobre la arena
Fina arena del mar.
Estrello mi cuerpo hacia el tuyo.
Y el tuyo como siempre,
se dejó llevar.
JOSE PEDRO PORRAS.
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