Hojas de olivo doradas por el sol
Perfumadas en pequeñas gotas de aceite
llevando en sus entrañas el olor a Andalucía
sus viejas olivas, ahora tan calientes
Se profundizan mis manos
Intentando coger su vientre
Tan bravas son sus ramas
Perdido entre mil simientes
Siento la añoranza de tenerte
busco un lugar para el recuerdo
Se estrellan mis manos aceitosas
Entre tus raíces de seda carnosa
Zarandeado por el deseo
Dejándome ciego de tanto fuego
Sucumben mis manos verdosas
De tanto recogerte del suelo
Te echo una y otra vez al cesto
Y este nunca está lleno
Perdidas las viejas olivas
En este campo tan seco
Queda mi alma cortada
Queda mi cuerpo muerto
Quedan mis manos ensangrentadas
Victima de tus aceitosos sueños.
Se oculta la noche clara
Para seguir tocando el cielo
Se pierden mis manos sabias
Entre las olivas de tu pelo
Quiero sacarte el alma
Quiero satisfacer tus deseos
Quiero que este cesto
Quede por tus olivas lleno
Déjame amarte esta noche
Quiero enredarme entre tu pelo
Quiero que la madrugada
Nos descubra jugando de nuevo.
Viejos olivos que cargados
Danzan sus ramas al cielo
Mi cuerpo junto a tu piel
Y tu piel junto al viento JOSE PEDRO
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