30 diciembre, 2012

SIN QUERER SENTIR NADA

Intentando no sentir nada

Como brisa que lleva al océano

Como arena que lleva el viento

Como el ultimo trino del ruiseñor



Se mueve danzarino mi cuerpo

Intentando ser el ultimo de tus polvos

Intentando perderme entre tus labios

Cerrados de tanto sentir y amar



Perdido entre las profundidades de tu sexo

Quieto, ahora dormido de tanto gozar

Se pierde mi mano cuarentona

Pidiendo aun mas, dame mas.



Impávida, sin mostrar ningún interés

Permaneces tendida, ¡ A ver que se le ocurre a usted¡.

Mientras mi pene se hiergue orgulloso

Pidiendo más placer



Ser devorado por esa boca

Ser comido una y otra vez

Ser poseído por esa diosa

Que fríos están hasta sus pies



Estiro mi mano, acariciando su cosa

Pero ella quieta permanece

Fría tiene toda la piel.

Ni fu, ni fa, dormida esta



Aburrido, con este mástil tan alto

Uno a uno mis dedos se deslizan

Aprechurrando sus senos

Pero esta vez, no suena (- ¡ Estate quieto ¡)



Mis manos vuelven una y otra vez

A acariciar, esa parte única del deseo

Que extraño me parece, no sentir su deseo

Magreo y sobeteo. Nada



¿ Se habrá muerto ¿

¿ se estará haciendo el árbol quieto ¿

La inspiración se baja,

¡ esta frio su cuerpo¡



Quien podrá amarla de nuevo.

Un escalofrio recorre todo mi cuerpo

Yace tendida, tendida yace.

¡ Que silencio tan espeso ¡



La muevo, la zarandeo

Despierta, mi amor de tu sueño

Vacio quedo mi alma,

y seco su cuerpo



una lagrima cae redonda al suelo

se oye la explosión hasta en el firmamento

me quedo, quieto, quieto, muy quieto.

Queriendo morir, contigo,

Silencio, quieto, quieto silencio.



Dormida después de amarte,

Me vas a matar, lo siento

Descansa el cuerpo sofocado

Y con la muerte llego el silencio.

Quieto.

JOSE PEDRO PORRAS.



Esta poesía, me salió con una imagen mirando al mar, y como la brisa envolvía todo mi cuerpo, para nada pensé, lo que iva a salir y salió.



 

 

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