Noticia no constatada:
En mi deambular por Madrid, he conocido de manos de una persona metida en el mundillo de las macro fiestas la supuesta verdad de la ultima desgracia que ha removido las conciencias de tanta gente. Unos por no saber qué hacer con sus hijos y otros por no saber qué hacer con sus vidas.
El caso es que esta fiestecita está involucrado el vicealcalde de Madrid, que es intimo amigo del señor que ha organizado el evento, este señor que aparece con un pedazo de mercedes de más de 90 mil euros después que gracias al disparate de meter más gente en un recinto que solo cabían unas pocas y de subcontratar la seguridad a otra empresa más barata, que reduciendo aun mas los costes, dejo esta maco fiesta con solo 100 personas de seguridad privada y como es privada, sin la autorización de dejar entrar en esta a ningún policía municipal, que tan humildemente pagamos todos los madrileños ( que pueden claro ), como también pagamos el destrozo que tanto en esta fiesta como en todas las fiestas en este Madrid Arena,( propiedad de la Comunidad de Madrid), en toda la Casa Campo, Restaurantes, sombrillas, farolas, mobiliario urbano ( que también es de todos ), como tampoco salen las fotos, en los medios que vemos del estado lamentable que queda el Lago de la Casa Campo, eso si después con la empresa de recogida de Basuras ( que también pagamos todos ), se hace una abatida y aquí no ha pasado nada.
Pues claro que ha pasado, que este señor que organiza la fiesta sin razón social, pues el señorito vive en un hotel, y sin poder pillarle por ningún lado, y claro esta intimo amiguito de quien maneja el cotarro en Madrid, se ha forrado a costa de todos pues si pensamos que valía solo la entrada 60 euros, tenemos siempre una calculadora al lado para hacer nuestras propias cuentas, ( por cierto el disjokey cobra 20.000 euros la noche ).
Mientras 4 niñas están enterradas, y sus familias destrozadas, sin contar la gente que quedara destrozada psicológicamente, y los porteros ( que aunque pocos, intentaron de alguna manera ayudar en lo que podían), mientras miles de manos pedían auxilio.
JOSE PEDRO PORRAS.
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