03 mayo, 2012

CUENTO DE LUCAS Y YO.

Esta es la historia de un señor mayor el cual está enamorado de una señora,  la cual cae enferma  y durante mucho tiempo acude a los pies de la ventana del hospital acompañado de su perro Lucas, la he hecho de varios estilos, pues según me venía la iba escribiendo y encima en el móvil. Al principio era solo una idea pero después tomo otro camino, espero que os guste.          

LUCAS Y YO

aquí asomada a esta ventana
enganchada a esta vida
te miraré y allí estarás
como cada día, cómo cada mañana

son ya cuatro los meses
de mi desesperanza
son cuatro YA
que no oigo tú palabra

pero te miro y sé que no faltas
como nunca has faltado a tú palabra
y aquí me tienes asomada a mi ventana
                               esperando volver a escuchar - que me amas.


                                                          CAPITULO 1
Como cada día se levantaba Rubén de su cama o mejor dicho era su perrito Lucas el de que el tiraba.
- quieto Lucas, que no estoy para guasas
Pero el perrito no entendía, tanto a su amo amaba, que no le gustaba que estuviera así  tumbado en la cama, las cosas no eran igual desde que el amor le faltaba y allí se encontraba  él, tirándole  de la manga.
- despierta Rubén despierta (  ladra que te ladra )
- al fin lo conseguiste, perrito del alma.
Rubén se puso sus botas y una buena bufanda, no vaya a ser que la gripe de él se acordara.
-       este perro pesado
-      este perro del alma
-       ¡ que de  amor me das ¡
-      ¡ cuando me  das la lata ¡

Siempre por el mismo camino y eso a Lucas no le importaba, aquí hacia su pis, allí hacia su caca, lo malo era el momento en que se paraba, siempre en aquella esquina, y allí su amo lloraba.
- no llores Rubén, que me partes hasta el alma.

 Allí se quedaba Rubén,
 sabía que Luisa la miraba,
 séptimo piso a la izquierda,
 junto al ramo de rosas blancas

el no podía subir a la habitación, después de tantos años llevaban su dulce amor en súper secreto, sus visitas al parque, sus momentos, mil recuerdos tan sólo mi perrito sabe cuánto  la quiero, no ese tontorrón de hombre que tiene por derecho y por decreto.

- mira sí será tonto -  (  Lucas ), -  que aún no sabe de lo nuestro.,  el , con tener la barriga llena y hundido  el trasero. ¿ cómo estará nuestra Luisa ¿,
- bien Rubén, dale recuerdos ( ladra y ladra Lucas  a su dueño)

                                             CAPITULO 2
Pasan las horas, los días y aun la sigo queriendo.
- anda otra perrita tirare de la correa, a ver sí muevo a este muerto ( dice Lucas con el rabo tieso ).

Mientras,  Luisa en la ventana, sabe que está  allí su dueño, el amo  de su corazón,  y  de su cuerpo, y allí tendida en la dura cama de hospital le mira, es como un sueño.
Mientras en la calle, Lucas tira que tira de su dueño, siguiendo la estela que ha dejado aquella perrita
- hay señora  de mi alma sino estuviera tan preso. ( ladra y ladra el perro )
- que ya nos vamos pesado, adiós Luisa del alma, adiós Luisa mi cielo.

corre que te corre
Rubén y su perro
detrás de esa perrita
que parece en celo.

después de mil calles
por fin está el premio.
Rubén cierra los ojos.
Lucas hace el resto.

después de aquel  apaño
después del rejoneo
mira el dueño a su perro.
vámonos para casa.
que mi pena está por dentro

pasan así las semanas,
tirando Lucas del dueño.
está rodando Rubén
su inalcanzable sueño.

CAPITULO 3

algo triste le ronda el cuerpo
ya va para tres años
siempre fiel en su pensamiento

 por fin se abre la ventana
que mira hacia el firmamento

No es su Luisa la que asoma
no es aquella la del sueño
su perrito ladra que ladra
pareciera más un lamento

quitan las flores del jarrón
                                            quitan las flores del tiesto
                                               se cierra la ventana
                                               de un golpe certero

                                            llora  Ruben  y con él,  su perro.

- vámonos amigo, que ya va anocheciendo
- nada vas a conseguir ni vivo ni muerto ( ladra que ladra) el perro.

- adiós mi Luisa del alma,
adiós mi lamento,
no me pude despedirme  de ti
siempre estarás en mis recuerdos.

que me lleve Dios contigo
allí en el firmamento
para juntos los tres pasear
de mi casa al parque
y del parque al ayuntamiento

 ladra que ladra mi perro

- vámonos Rubén que estoy hambriento
tira con furia Lucas - mi compañero.
mientras juntos nos llevamos tú recuerdo.

Es un nuevo día
No quiero estar despierto.
tira que tira mi perro
 tengo tanto, tanto  sueño.

pero alguien necesita de mi
me pongo despacio mis zapatillas
mientras Lucas da una y mil vueltas.
en mi corazón el dolor y en mis manos su correa.


JOSE PEDRO.  02 MAYO 2012.







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