Dada la situación actual, los hijos se quedan adheridos a nosotros ¿ hasta cuándo?, ¿donde se pone el limite el cual marca tan ansiada despedida de nuestro lado?, ¿cuando se hacen mayores y cuando deciden independizarse? . Si desgraciadamente no pueden.
Encabezamos el ranquin en paro en población juvenil de toda Europa y eso lleva la imposibilidad de muchos adolescentes de abrir las alas y marcharse, no pueden y muchas veces no quieren irse de tu lado, donde van a tener lo que tienen bajo el cobijo de sus padres, aunque ahora en muchas familias simplemente sobreviven, como se puede solucionar este problema que se plantea en muchos hogares españoles,
¿ donde está el final de nuestros derechos y deberes como padres?.
Este poema lo escribí tal cual, afortunadamente en mi casa no se da esta situación pero….
FUTURO IMPERPECTO.
Veo la vida pasar
me están saliendo canas
Pero no quiero envejecer
Porque no me da la gana
Mis niños se hacen grandes
Y mi mujer también
Pero yo quiero ser chiquitito
Y en un bolsillo caber
Recogidito calentito menudito
Cómo bolita pequeña de papel
Así no veré que el mundo
Cambia tan deprisa bajo mis pies
Lo veré dentro del bolsillo
Siendo bolita de papel
Seguro que metes la mano
Para ver sí estoy en el
- ¡No escondas el bulto¡
- Sal de ahí de una vez
- ! No hija !, no quiero
Déjame así permanecer
- Escribe lo que quieras,
Que aquí lo leeré
Ya llevas ahí muchos años
Yo no paro de crecer
Hasta un novio me he echado
Te quiere conocer
Ni que novio ni que castañas
Echa ya el papel y así lo leeré
Vuelve mañana princesa
De seguro te responderé
Que no papá, no quiero irme
Sin que hables con el
Es chico de buena familia
Honrado y cabal, todo en el
Pero, ? En que trabaja mi niña?
O acaso vive del querer.
En ascuas me tienes princesa,
Habla prestó de él.
Pues a eso veníamos padre
A pedir prestó, uno de 100
Pues mi novio ni trabaja
Sólo tiene tiempo para querer
Me vuelvo más pequeñito
Sí aún pudiera ser.
No quiero decir la respuesta
Me quemó cual bolita de papel
Responde, padre responde.
O mi mano ahí meteré
No quiero marcharme
Sin tener uno de 100
No quiero responder, más
dicen quién que calla otorga
Quitecito Guardo silencio
Veo una mano aparecer
Conozco sus finos dedos
Mano que se ha dejado querer
Yo me arrugo como pañuelo
Pegando los mocos en él
No seas guarro padre mío
Y déjate ya de esconder
No vaya a ser que al salir
No nos vuelvas a ver
Sí verte ver, sí quisiera
Más no tengo los 100
Piensa que aquí arrugadito
Poco puedo tener
Pues sal papá, te lo pido
Y no vuelvas hasta las diez
O cuando hayas conseguido
A ese que llaman cien.
Saca la mano mi amor
No ves que está moqueada
Nada necesito desde que soy papel.
No salgo, porque no me da la gana
Oigo a mi niña tristemente llorar
Como pañuelo, salgo a ver qué pasa
Con las mismas me agarra, zas
Arrastrándome de mi casa
Yo grito, pataleo ! Basta, hija basta !
Más despiadadamente los 100 agarra
Sale corriendo Como tren que arrasa
No sin antes darme un beso, tiene guasa
Adiós padre mío
Adiós padre del alma
Volveré pronto lo juro
Quédate dormidito en casa.
Así pasa la vida
Siento mucho de contarla
Me quería quedar arrugadito
Más el tiempo va y me agarra.
Nadie nos enseña a ser mayores
Hasta donde hemos cedido ya no basta
Estamos presa de un destino
Que duerme con nosotros en casa.
JOSE PEDRO.
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