09 septiembre, 2015

COMIENDOTE



Rastrojos que lleva el viento en su mano
Olor a hierba quemada enredado en tú pelo
Luciérnaga que sin querer se apaga
Cierro mis ojos, olvidando el deseo.

Amaneceres rotos,
Destrozados por huracanes muertos.
Emborrachado de un silenció
Lleno de tus recuerdos.

¿A que supo nuestro amor?
Ni lo recuerdo.
Caricias,  besos, abrazos.
Odioso esperpento muerto.

Olor a carne ahumada
Es ahora todo tu cuerpo.
Sabor que me reconforta el alma
Risas locas, enredan mi cerebro.

Crujientes, chisporrotean
Entre mis afilados dientes.
Cosquillas que saben recorrer
Una antigua zona de juego.

Devoro este falso amor
Que tanto me jodió por dentro.
Saboreó cada poro, cada hueso
Pienso las crueles razones
Que me llevaron a hacerlo.

Maldigo cada beso que di
A la boca que me estoy comiendo
Inco el diente en lo que fue
Algún día, parte del deseó

Te dejaré en la nevera
Cuidada y troceada.
 Para el próximo almuerzo
No dejaré ni un trozo de ti.

Para ver si así consigo
Borrarte de esta mente
Demente.
Que tanto está sufriendo.

Silencio, ¡No chilles!
Que ahora te estoy comiendo.


José Pedro Porras.

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