La niña se había quedado sin braguitas y tenía que comprarse dos tops, las vacaciones en Benavente estaban próximas y no se podía apañar con lo que tenía en el armario.
Toñi, ya había estado con ellos dos en el Carrefour, aunque yo ya le dije que no encontraría nada, y lógicamente volvió sin la ropa que andaba buscando, enfadada y sin ganas de seguir comprando.
Yo después de un día agobiado de calor decidí echarla una mano y le dije:
- No te preocupes que esto lo soluciono yo en un periquete, no creo que sea tan difícil buscar unas braguitas y unos tops.
Con paso decidido cogí la mano de mi niña y nos fuimos a la mismísima tienda donde hacía dos años me había comprado unos diez calzoncillos, para tener de repuesto y no volver más veces.
La tienda había cambiado, y lógicamente la niña sabia más que yo donde estaban las cosas, pero he aquí la pregunta.
¿ Como elegir la talla adecuada cuando nunca has comprado bragas con tu niña?
¿ Como saber la medida del culo de tu hija, sino se te ha ocurrido nunca mirarle el culo ¿.
¿ Como acertar con las bragas a comprar si después de preguntarla a la dependienta si se las puede probar ella dijo NO ¿
Y más difícil todavía: La talla del tops, si hasta la fecha no sabía que la niña tenía tetas.
Fueron tantas las incertidumbres provocadas por esta situación que después de que Alba se probara los tops y la dependienta insistiera otra vez que no se podía probar las braguitas. Que apurado y muerto de risa le dije a la señorita.
- Mire para no fallar, mañana mismo viene mi señora y lo arregla.
Después tuvimos que irnos a un bar pues con tanta risa se hacía pis.
En el fondo sigue siendo mi niña.
JOSE PEDRO.
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