10 noviembre, 2015

MI VIDA COMO UNA ARDILLA



Carta de un Colaborador

Ardillas

Almacenar alimentos no es tan extraño en el mundo animal. Las ardillas, por ejemplo, son previsoras ocultando en una serie de escondrijos nueces, avellanas y semillas. Después, olvidan con frecuencia dónde se encuentra esa especie de despensa y así sucede que los frutos enterrados germinan y desarrollan árboles.
Las ardillas adaptan su estilo de vida para poder sobrevivir. De alimentación vegetariana, consumirán huevos de aves e insectos cuando la vegetación escasee. Aunque son territoriales, compartirán sus hogares para ganar calor corporal en temperaturas bajas. Cuando el invierno cesa, las ardillas separan sus caminos.
Cierta especie de ardillas que habitan en determinadas comarcas de Norteamérica es particularmente previsora, según la abundancia de víveres que se encontró una vez en la guarida de una de ellas. Allí se veían nueces, trigo, bellotas y otros granos en gran cantidad, que la ardilla madre destinaba para alimento suyo y de sus hijitos en los momentos de vigilia. Y así no es de maravillar que a la llegada de la primavera saliesen las crías gordas y hermosas.


Me llega a mi correo electrónico esta carta la cual os paso a contar y que me ha hecho partirme de risa:

  Amigo José Pedro, llevo bastante tiempo sin escribirte y aquí te mando esta carta en la cual paso a contarte de manera muy graciosa el estado en que estamos yo y mi familia en pleno siglo XX, Noviembre del 2015
Después de este texto que he ido seleccionando de internet, cabe explicar que así me encuentro yo, haciendo agujeritos para poder llegar a fin de mes e ir cubriendo las distintas necesidades familiares, pasó a detallarlo para que se entienda:
1.     Que el niño mayor va a tener un viaje de fin de curso e incansablemente te pide dinero para ello, hacemos nuestras cábalas y nos damos cuenta con la cuenta de la vieja, que a ese número, podemos o no llegar en ese determinado momento de nuestra existencia en el planeta Tierra, así que afirmamos muy enérgicamente con la cabeza y abrimos un bote, donde depositamos la cantidad necesaria para que durante el periodo de cada mes pueda cubrir aquello que no vamos a alcanzar ni de coña.
2.    Que el niño pequeño viene con un papelito que le han dado tan cariñosamente en el cole, proponiendo el viajecito de las narices a la granja escuela para ver pollos, caballos y conejos, pues en este caso hacemos lo mismo que con nuestra queridísima hija, Toma bote. Y billetito para ir pagándolo poco a poco y sin intereses. ( como si fuéramos un banco )
3.    Que a mi mujer le hacen falta ir al dentista y tiene que ser ya (aunque ya de los padres se suele demorar de un mes para otro, pues primero son los niños ¿O no?, pues nuevamente hacemos el proceso del bote y más que una persona en ese momento parezco una ardillita que estuviera guardando para el invierno.
¡Seguro que llegamos, seguro!, nos decimos una y otra vez dentro de nuestra madriguera y dándonos mucho calor el uno al otro, pues la calefacción hace tiempo que ni la ponemos.
4.    Que se me está estropeando el ordenador para el trabajo y no tengo ni para el tóner nuevo, otro bote, pero esta vez entregado de manera cariñosísima por nuestra querida mujercita, que nos paga con la misma moneda que el dentista. Venga frasquito de mermelada de fresa para el niño y para la niña (en este caso para el padre).
5.    Que vienen las festividades de los Reyes Magos de Oriente y hacen falta unos euritos para poder disfrutar en familia de estos acontecimientos navideños, pues otro bote. La ilusión lo primero ¿No?
6.    Que hay que comprar de una vez por todas los muebles del dormitorio, pues otro botecito al canto.
Lo malo es el momento de llenar todos aquellos frascos diseminados por la casa y saber si todos han recibido su almendrita, o su avellanita.
  También resulta incómodo saber en qué momento echamos el billetito en aquel o en otro botecito y asegurarnos a nosotros mismos que efectivamente lo hemos hecho y mirar a nuestros hijos fijamente a los ojos para saber si nos están diciendo la verdad o no, y si esa almendrita ha llegado efectivamente a aquel agujero.
  Aunque rizando el rizo, y guardando el billete para cuando escasea, es perderlo sencillamente, extraviarlo, dejarlo en alguna parte y no sabemos dónde y lo que es más gracioso y por lo menos ha pasado en esta familia, es encontrar ese dinero en donde antes no lo había y sentirnos como aquel mago que sale por televisión y darnos una alegría que para qué. ¡Toma ya!
   Y Encima con ese dinero en la mano, no saber si es para meterlo en cual o pascual bote,  o sino invitar a nuestra  pareja a un homenaje, que con tanto agujero que cubrir, no tenemos nuestro momento para poder disfrutar.
  Así que con todos estos datos en la cabeza, en vez de una persona más bien parezco una ardillita o como dice mi mujercita  (buenamente y con cachondeo), el tonto del bote.
  Un beso guasona.

  Aunque te hayas reído después de leer mi carta, es bastante triste encontrarse en esta situación, pero eso sí muy querido por todos aquellos que necesitan de mi esfuerzo para llenar su bote, e intentar cumplir sus ilusiones que en el fondo también son las mías.

  Un saludo para la gente de tu blog.

  Tu amigo …………..



  

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