Historia de un
Suicidio.
Como cada mañana he tenido la gran
oportunidad de poder dejar a Héctor en el colegio y esta mañana me ha abordado
una mama cuya niña se lleva muy bien con mi hijo.
Esta señora muy agradable es de origen
sudamericano, y se ha vuelto a quedar sin trabajo, España está bien, depende
desde el Angulo que se mire.
Nos pusimos a hablar y eso que no tenía mucho
tiempo, se veía que la señora necesitaba expresarse y ahí estaba yo para poder escucharla.
Sin trabajo, dependiendo de una pequeña aportación
social y con Melina a su cargo, pues su padre pasa de todo.
- ¿ Ha hablado contigo Héctor algo sobre
Melina?
- Pues no, no me ha comentado nada, ¿Qué ha
hecho ahora Héctor?
- Nada, hombre, nada, si es un encanto tu
niño.
- Gracias “me digo yo para mis adentros, solo
hay que conocerlo un poco y ya está”. ¿ Qué tal el verano?, habéis podido ir a algún
sitio.
- No, no está la cosa para poder ir a ningún sitio
y mi tierra queda tan lejos, pero menudo problema hemos tenido este Julio en
casa.
- ¿Qué os ha pasado?
- Pues Pedro, un verdadero problema.
PROBLEMA:
Hombre de 45 años,
con dos hijas a su cargo y desesperado por encontrar trabajo, con tres años en
el paro y con todas sus ayudas agotadas, en una noche de “ya no puedo más”,
decide acabar con su vida tirándose por el balcón de su casa y su hija de 9
años lo presencia todo, esta sale en busca de su amiga Melina la cual asustada
busca a su Mamá y ¿Ahora qué?
1. Un hombre sin vida
2. Una mujer que se encuentra
sola para poder tirar de su familia a delante
3. Dos niñas huérfanas.
4. Una niña con traumas para
toda su vida por ver suicidar a su papa
5. Una vecinita que aunque no
se quiera, también tendrá secuelas.
6. Una sociedad estúpida, que cierra los ojos pensando que todo va bien.
Y una mierda.
José Pedro Porras Cano.
Después me puse a hablar con esta mamá y me
dijo que si Héctor le contaba alguna cosa de su hija que por favor se lo
dijera, que la niña que lo había visto todo estaba con tratamiento y que su
hija indirectamente también le había tocado.
- ¿ Héctor, que tan con Melina?
- Porque me lo preguntas, papa.
- Por nada cariño ( achuchándolo un poco)
- Pues se ha colocado al final de la clase y
la profesora no hace más que regañarla, no se entera de nada y mira que se lo
repite una y otra vez.
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