09 septiembre, 2015

DISCUSIONES OLVIDADAS



Discutí contigo anoche, ¡lo sé!
Me levanté e hice café.
Pasaron los segundos y minutos
Se quedó frío el porqué.

Se tensaron los músculos de las razones
Aparecieron un montón se sentimientos
Que como pudieron se hicieron sitio en tú café.
Se enredaron los chiquillos entre mis piernas
Como no venías, bebí, me entró sed.

Con cada sorbo encontré motivos
Para decirte lo mucho que te quiero
Desperté el alma y se alegró mi cuerpo
Mis ojos volvieron a brillar cuando los tuyos vieron.

Te levantaste todo enfadado y con cara de sueño
Acercaste tus labios a ese temprano café
En vez de acercarlos a mi cuello.
Me entró la risa tonta y solté - Te quiero.

Se te atragantó el café y me manchaste el suelo.
La risa se hizo carcajada y llovieron besos.
Te agarre el corazón y después el deseó.
Llegaron los niños a recoger risas del cielo.

Tú querías seguir enfadado,
Pero tu alma dijo (- No puedo)
Te inundamos de caricias y besos.
¡De la riña de anoche!,  ya ni me acuerdo.



José Pedro Porras.

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