22 octubre, 2015

JUAN EL PELUQUERO




  Ayer por la tarde estuve en una peluquería donde llevo prestando mis servicios como extintorero cerca de 19 años.
  Me llamó el Sr. Juan diciéndome que su vecino le había facilitado el contacto de otra empresa de extintores donde el precio era bastante más bajo.
  Después de hablar con Juan y convencerle para que siguiera conmigo, me contó las razones por la cual estaba buscando de alguna manera abaratar los costes de su peluquería.
  Una peluquería de barrio de toda la vida donde después de muchos años de lucha estaba viendo como sus “clientes” se estaban yendo a otras peluquerías donde el precio era la mitad de la suya, no podía entender como el pagando todos sus impuestos, estando al día de todas las cosas que le pide la Comunidad de Madrid, no podía cortar el pelo a 4,5 euros y tenía que seguir cobrando 11 euros y encima sin poderlo subir.
  Conservaba los clientes, que no le importaba el precio, pero poco a poco se iba viendo con menos gente en su peluquería y no cubría gastos.
  Nosotros mismos somos los que estamos matando los comercios de siempre pues esta crisis que lleva ya 9 años y lo que te rondaré morena, solo nos hace más pobres y con las mismas necesidades de antes pero con menos dinero en la cartera, así que decidimos pasar del señor Juan, de su trabajo como profesional y agachamos la cabeza para dejárnosla cortar por otro cualquiera, sabiendo que nunca será lo mismo, pero hay que seguir adelante.
  Lo mismo se podría aplicar a un montón de oficios que se van perdiendo y desvirtuando porque no pueden absorber los costes de otros que los tiran por los suelos, para ganar clientela quitándolos a los de siempre.
  Es lo que nos toca vivir, pero está situación lo que nos hace es cada vez más pobre a todos los demás, ahogándonos en nuestra falta de consumo o consumo cutre y asqueroso.
  La que nos toca por vivir.


  José Pedro Porras Cano.

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