Carta de un Colaborador
Ardillas
Almacenar
alimentos no es tan extraño en el mundo animal. Las ardillas, por ejemplo, son
previsoras ocultando en una serie de escondrijos nueces, avellanas y semillas.
Después, olvidan con frecuencia dónde se encuentra esa especie de despensa y así
sucede que los frutos enterrados germinan y desarrollan árboles.
Las ardillas
adaptan su estilo de vida para poder sobrevivir. De alimentación vegetariana,
consumirán huevos de aves e insectos cuando la vegetación escasee. Aunque son
territoriales, compartirán sus hogares para ganar calor corporal en
temperaturas bajas. Cuando el invierno cesa, las ardillas separan sus caminos.
Cierta especie de
ardillas que habitan en determinadas comarcas de Norteamérica es
particularmente previsora, según la abundancia de víveres que se encontró una
vez en la guarida de una de ellas. Allí se veían nueces, trigo, bellotas y
otros granos en gran cantidad, que la ardilla madre destinaba para alimento
suyo y de sus hijitos en los momentos de vigilia. Y así no es de maravillar que
a la llegada de la primavera saliesen las crías gordas y hermosas.
Me llega a mi
correo electrónico esta carta la cual os paso a contar y que me ha hecho partirme
de risa:
Amigo José Pedro, llevo bastante tiempo sin
escribirte y aquí te mando esta carta en la cual paso a contarte de manera muy
graciosa el estado en que estamos yo y mi familia en pleno siglo XX, Noviembre
del 2015
Después de este
texto que he ido seleccionando de internet, cabe explicar que así me encuentro
yo, haciendo agujeritos para poder llegar a fin de mes e ir cubriendo las
distintas necesidades familiares, pasó a detallarlo para que se entienda:
1. Que el niño mayor va a tener un viaje de
fin de curso e incansablemente te pide dinero para ello, hacemos nuestras cábalas
y nos damos cuenta con la cuenta de la vieja, que a ese número, podemos o no
llegar en ese determinado momento de nuestra existencia en el planeta Tierra, así
que afirmamos muy enérgicamente con la cabeza y abrimos un bote, donde
depositamos la cantidad necesaria para que durante el periodo de cada mes pueda
cubrir aquello que no vamos a alcanzar ni de coña.
2. Que el niño pequeño viene con un papelito
que le han dado tan cariñosamente en el cole, proponiendo el viajecito de las
narices a la granja escuela para ver pollos, caballos y conejos, pues en este
caso hacemos lo mismo que con nuestra queridísima hija, Toma bote. Y billetito
para ir pagándolo poco a poco y sin intereses. ( como si fuéramos un banco )
3. Que a mi mujer le hacen falta ir al
dentista y tiene que ser ya (aunque ya de los padres se suele demorar de un mes
para otro, pues primero son los niños ¿O no?, pues nuevamente hacemos el
proceso del bote y más que una persona en ese momento parezco una ardillita que
estuviera guardando para el invierno.
¡Seguro
que llegamos, seguro!, nos decimos una y otra vez dentro de nuestra madriguera
y dándonos mucho calor el uno al otro, pues la calefacción hace tiempo que ni
la ponemos.
4. Que se me está estropeando el ordenador
para el trabajo y no tengo ni para el tóner nuevo, otro bote, pero esta vez
entregado de manera cariñosísima por nuestra querida mujercita, que nos paga
con la misma moneda que el dentista. Venga frasquito de mermelada de fresa para
el niño y para la niña (en este caso para el padre).
5. Que vienen las festividades de los Reyes
Magos de Oriente y hacen falta unos euritos para poder disfrutar en familia de
estos acontecimientos navideños, pues otro bote. La ilusión lo primero ¿No?
6. Que hay que comprar de una vez por todas
los muebles del dormitorio, pues otro botecito al canto.
Lo malo es el
momento de llenar todos aquellos frascos diseminados por la casa y saber si
todos han recibido su almendrita, o su avellanita.
También resulta incómodo saber en qué momento
echamos el billetito en aquel o en otro botecito y asegurarnos a nosotros
mismos que efectivamente lo hemos hecho y mirar a nuestros hijos fijamente a
los ojos para saber si nos están diciendo la verdad o no, y si esa almendrita
ha llegado efectivamente a aquel agujero.
Aunque rizando el rizo, y guardando el
billete para cuando escasea, es perderlo sencillamente, extraviarlo, dejarlo en
alguna parte y no sabemos dónde y lo que es más gracioso y por lo menos ha
pasado en esta familia, es encontrar ese dinero en donde antes no lo había y sentirnos
como aquel mago que sale por televisión y darnos una alegría que para qué. ¡Toma
ya!
Y Encima
con ese dinero en la mano, no saber si es para meterlo en cual o pascual bote, o sino invitar a nuestra pareja a un homenaje, que con tanto agujero
que cubrir, no tenemos nuestro momento para poder disfrutar.
Así que con todos estos datos en la cabeza,
en vez de una persona más bien parezco una ardillita o como dice mi mujercita (buenamente y con cachondeo), el tonto del
bote.
Un beso guasona.
Aunque te hayas reído después de leer mi
carta, es bastante triste encontrarse en esta situación, pero eso sí muy
querido por todos aquellos que necesitan de mi esfuerzo para llenar su bote, e
intentar cumplir sus ilusiones que en el fondo también son las mías.
Un saludo para la gente de tu blog.
Tu amigo …………..
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