A veces me pregunto si te quiero lo suficiente
Otras dejo volar el perfume de tu mano en
mi vientre
A veces surge la locura de poder perderte
Otras me escondo bajo tus pechos a ver si
anochece
Nos ven por la calle agarrados de la mano
Será tu mano la que sujeta a la mía,
O la tuya que reposa entre mis manos
Otorgando a la nada la distancia de tu
corazón a mi mano.
Se abrirán caminos llenos de esperanza
Veremos crecer a nuestros hijos
Reflejo de nuestra alma
Te amaré una y mil noches,
mientras me seduces con sueños estrellados
Te volveré a mirar a los ojos
Negros
Envueltos en esperanzas
Hector y Alba
Te volveré a susurrar al oído
Que te quiero
Mi Toñi, mi dama.
Volveré a entregarte el cielo
Las luces del Universo
La siempre amada Luna del cielo
Que un poco de envidia pasa.
Pero en el silencio de la noche
Después de nuevo habernos amado
Me dirás al oído, te quiero
Con eso tan simple habrá sobrado.
Te agarro, me doy la vuelta.
Atrapas con tus manos mi sueño
Los envuelves de color violeta.
Rojo, negro, anaranjado.
Siento la necesidad de olerte,
De sentirte tan cerca que no pase la
corriente
De aplastar tus pechos desnudos contra mi
frente
De ahogarme en cada poro de tu piel
Mujer
Amor
Esposa
Amiga.
Cerrare los ojos
Me dejaré llevar
Y si no despierto
Moriré en tu oscuridad.
Me volveré recuerdo
Me infiltrare entre tu sangre
Llevare el estigma de haberte amado.
Y de saberme tú amante.
Dejare que la noche se apodere de mi sueño
Me posaré desnudo en la última estrella del
cielo.
Alli gritaré tu nombre y lo que siento.
Toñi, te quiero
16 de Julio 2015
José Pedro Porras
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